El Ministerio de Salud modificará su sistema de compras y adquirirá medicamentos para hospitales a consorcios de cooperación integrados por empresas multinacionales, dejando de lado a las droguerías entrerrianas. Así lo confirmó el titular de la cartera, Ariel De La Rosa, quien argumentó que la decisión apunta a abaratar costos en un 20%. "No es lo mismo ir a comprar 100 ampollas de un medicamento, 1.000 o 100.000. Los precios y las entregas son totalmente diferentes. Vamos a ahorrar un 20% del presupuesto, lo que representa una suma estimada en 100 millones de pesos", explicó. También indicó que "se tomarán en cuenta las sugerencias de los organismos de control porque para eso les mandamos previamente el trámite".
El ministro de salud no hizo referencia alguna a la denuncia que hizo pública el Diputado Alejandro Bahler. Según el legislador, el nuevo sistema de compra de remedios beneficiará a un laboratorio vinculado al líder de UPCN y legislador provincial José Allende. "Al inicio de la gestión, vimos algunos indicadores en el desarrollo del sistema de la provincia y una de las políticas que estamos decididos a modificar es el sistema de abastecimiento de medicamentos a nuestros efectores. Para tener en cuenta, cerramos 2016 en los 65 hospitales con una deuda global al 31 de diciembre de 103 millones", introdujo De La Rosa, al tiempo que indicó que "entre el 80% y 90 % de la deuda que genera la administración de un hospital se debe a la adquisición de medicamentos".
"Esto deviene del actual sistema de compras, que es ineficiente e inoportuno y tiene 1.000 cuestiones viciosas", indicó, al defender los nuevos marcos licitatorios que, con requisitos estrictos como el de demostrar un volumen de ventas de 300 millones anuales, dejan afuera a las empresas entrerrianas. "Esto es claro: el que no esté en condiciones, que no se presente. Esta es una licitación pública y hay libertad para todos. Los pliegos oportunamente van a ser publicados en nuestro sistema web para que todo el mundo pueda ver y participar de la licitación", aseveró.
"Lo que hay que garantizar es la provisión y la logística, con todo lo que esto implica. La preocupación nuestra es que a la gente le llegue en forma oportuna y segura el medicamento. Lo que pasa en el medio, y bueno, siempre va a haber alguien que esté descontento", se desligó.
El ministro precisó que en 2016 se gastaron 450 millones en medicamentos. También admitió la necesidad de solucionar problemas de control de stock de drogas de alto costo. "Hemos encontrado en algunos efectores medicamentos de altísimo costo vencidos", reconoció.
"Tengo pruebas sobradas de que al Estado le han vendido medicamentos a precios viles. Yo creo que acá hay intereses privados de algunos que ven que se les cae un ingreso fácil. Así como hay 65 hospitales, hay 60 clínicas y sanatorios privados y no los veo ir a protestar a las clínicas y sanatorios privados", sostuvo luego.
De La Rosa aceptó que el Tribunal de Cuentas realizó observaciones a su decisión y aseguró que se realizaron modificaciones técnicas al respecto. "Ya se conocerán los pliegos", insistió, antes de enfatizar: "Yo defiendo los intereses del Estado y de todos los entrerrianos". Por último, el ministro señaló que el gobernador Gustavo Bordet apoya el nuevo mecanismo. "Por supuesto que es así, sino nadie hubiera tomado la decisión", concluyó.
En riesgo de quiebra
En su última edición del año pasado, la revista Análisis dio cuenta de la modificación que pretendía concretar el ministro de Salud y reflejó la preocupación de los empresarios entrerrianos del sector que hace dos semanas volvieron a expresar públicamente ante este medio su malestar ante la decisión de la cartera de centralizar la compra de medicamentos y de cambiar de proveedores.
Señalaron que soportan una deuda que data de más de nueve meses y que recién en diciembre de 2016 cobraron los productos entregados en 2015. También advirtieron que el nuevo mecanismo no garantizará la provisión en la urgencia incluso los fines de semanas, que está aceitada con las droguerías locales en virtud de años de trabajo con el Estado y conocimiento de las necesidades y particularidades, incluso en zonas de la provincia de difícil acceso.
Las droguerías entrerrianas nuclean a 150 empleados. Hoy enfrentan complicaciones derivadas de los atrasos en los pagos y de la situación del mercado en general, que ahora se agravarán con el nuevo sistema de compras, que las dejará afuera. Desde el sector se adelantó que correrán serio riesgo las fuentes de trabajos y que algunas empresas irán directamente a la quiebra.
