Esta organización, que tiene casi 25 años de trayectoria, busca desembarcar en Concordia con una nueva filial. "En realidad, todavÃa no trajimos las lanchas, pero me gusta el concepto porque estamos en un momento especial de la historia, en donde hay choques de civilizaciones. La civilización de la vida estaba siendo hackeada por la incivilización de la muerte, comentó el Dr. Ré, en diálogo con OÃd Mortales Radio.
El origen
"En el año 1994, a raÃz de un acontecimiento en Santa Rosa de la Pampa, de donde yo soy oriundo y vivo con mi familia, ocurrieron en un perÃodo de 2 meses y medio 7 suicidios de chicos, de entre 16 y 24 años. Esto sorprendió a la comunidad, porque no estaban relacionados unos con otros, fueron espontáneos. HabÃa quedado anestesiada la sociedad pampeana", comentó el fundador de la Red Sanar.Agregó que esa situación llamó su atención. "Estoy vinculado a todas las fuerzas vivas de la comunidad pampeana. Eso hizo que nos juntáramos un grupo de profesionales de distintas extracciones sociales y dijimos qué vamos a hacer con esto", rememoró.
"Pasó por ahÃ, en ese momento, un sacerdote que venÃa de España, Mateo Bautista, y le hicimos la misma pregunta. Nos dijo pongan un teléfono de ayuda al suicida, que eso está dando resultados", recordó y añadió que "a partir de ahà creamos uno y empezamos a trabajar".
Una epidemia silenciosa
Lejos de mejorar la situación desde aquel entonces, los números que aporta el profesional demuestran que el problema se ha agravado exponencialmente. “En el año 94, en el mundo, se suicidaban 1250 personas por dÃa, algunas manifiestas y otras encubiertas. Hoy, en vÃsperas del 2020, para enero la OMS dice que se suicidarán 4100 personas por dÃas. No sólo lo dice, sino que también alerta que la cifra va a ir en aumento. Estamos hablando de que se ha triplicado, en 25 años", detalló.Los cuatro niveles de sanación
Paola Bonato es voluntaria de la red. Hoy, se dedica a ayudar a encontrar un camino de sanación para aquellos que lo necesitan, el mismo que transitó ella para su propia recuperación personal. Ahora se considera una "sanadora herida" y anhela que otros transiten el mismo sendero. “En un principio, como la mayorÃa de las personas, me acerqué por un problema personal, a resolver una crisis vital en mÃ", reveló la coordinadora de la filial de Buenos Aires."En la Red Sanar se trabaja en cuatro niveles", explicó y detalló el trabajo que se realiza en cada uno de ellos: "Primero, uno se va acercando a conocer qué es lo que a uno le puede estar pasando. Lo bueno de esto es que uno va descubriendo qué es lo que tiene y hay una esperanza de decir lo que yo tengo es esto y entonces si hago determinadas cosas voy a poder salir adelante. En un segundo nivel, uno trabaja la reestructuración del pensamiento, puede ordenar en su cabeza la realidad propia con la general. En un tercero, uno trabaja con herramientas de resiliencia, de poder aprender de lo vivido y encontrar, al menos, el camino por donde no quiero ir. En el cuarto, uno trata de unificar todo ese contenido y armar como un plan de vida".
"La idea es poder saber que son herramientas, que yo tengo que tener cerca para cualquier momento de mi vida. No es que uno hace los cuatro niveles y dice bueno yo ya estoy sano, ya me curé", aclaró y enfatizó: "Tomé herramientas que me permiten ser un sanador herido, que busca sanar. Desde ese lugar, cuando uno va haciendo los cambios lo primero que quiere es decir esto hay que dárselo a otros. Ahà es donde uno empieza el camino para la formación".
Sanador herido significa que "todos tenemos una herida para sanar y el potencial para hacerlo", concluyó.
