Cuando comenzaron los días de calor, este vecino se preguntó por qué no aprovechar el frente del salón parroquial, una enorme pared blanca de más de seis metros de ancho y con muy buena altura, como pantalla.
No lo pensó dos veces: un fin de semana instaló el equipo, tapó el portón del salón con un telón claro, distribuyó los dos parlantes en ubicaciones estratégicas y puso "play". Todo estaba listo para que aquella noche, por primera vez, el barrio se convirtiera en una gigantesca sala de cine a cielo abierto.
Los vecinos respondieron de inmediato
Algunos se instalaron con sillones y mate en el pastito. Otros, los más tímidos, prefirieron ver la película desde sus veredas. Y los más chiquitos aprovecharon las ubicaciones preferenciales que ofrecía el cine: las hamacas del parquecito, desde donde se puede ver y escuchar nítidamente lo que ofrece la pantalla.Desde que comenzó la iniciativa, Schonfeld proyectó más de 20 películas al aire libre. Este fin de semana fue el turno de "El planeta de los simios: La guerra", un film nuevito que pudieron los niños y adolescentes de Aldea San Antonio pudieron disfrutar gratis.