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Una supuesta "fiesta de cumpleaños" de un conocido joven paranaense se realizó el sábado, en una casa quinta de la zona de la Toma Vieja, de Paraná.

Los jóvenes organizadores tienen entre 20 y 22 años. Son un grupo de unos 12 a 15, hijos de conocidos empresarios y profesionales de Paraná. La mayoría está estudiando alguna carrera universitaria en la capital entrerriana y en Santa Fe. Otros, están ligados al fútbol o el rugby.

El lugar: ¿de quién es?

El sábado fue el cumpleaños de un joven que actualmente juega en la reserva de Patronato y que tuvo un breve paso por Colón de Santa Fe, donde también juega su hermano. Sus padres manejan un negocio conocido de ropas en la peatonal capitalina. Junto con sus compañeros, organizaron una fiesta en la casa quinta de un amigo del grupo, de apellido compuesto.

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Esta sería la casa quinta donde ocurrieron los hechos denunciados. Agrandar imagen
Esta sería la casa quinta donde ocurrieron los hechos denunciados.
El padre es dueño de una emisora de la zona del Parque "Urquiza" y hace años anda en el negocio publicitario, aunque sus fuertes inversiones siempre sorprendieron por su ostentación y nivel de vida. La residencia de fin de semana está en la intersección de Darwin y Daniel Verdier. Es una casa de dos plantas, con amplias comodidades, pileta de importante dimensiones y parque.

Convocatoria

Lo que sorprendió fue la modalidad de la invitación del defensor de las inferiores de Patronato: siempre se apuntó a adolescentes de 15 años y la mayoría de ellas provenientes de conocidas escuelas, como La Salle, Michelángelo o Siglo 21. Es decir: todas menores de edad. Incluso, en las últimas semanas, el propio agasajado invitaba por Facebook a bellas chicas de Paraná, pese a que a muchas de ellas ni siquiera las conocía.

La convocatoria era para este sábado, a partir de las 14 y se hacía una particular sugerencia: como estamos en verano y la pileta es amplia, había que venir en ropa de baño para estar más cómodos. Además, iba a haber buena música, con la presencia de un grupo de chicos muy ligados a ellos. "Es un pool party", decían en los mensajes que enviaban por las redes sociales.

Canilla libre

Cuando comenzaron a llegar las adolescentes, entre los organizadores había una particular obsesión: todas ellas eran recibidas con una fuerte bebida alcohólica, volcada dentro de melones, que eran entregados a cada invitado. Pero la oferta de bebidas era muy amplia e interminable. Como para que se sintieran en el paraíso.

Algunas de las jóvenes comenzaron a sentir los efectos del alcohol al poco tiempo. Había quienes ni siquiera estaban acostumbradas a la bebida que distribuían. Lo cierto es que las intenciones de los muchachones comenzaron a quedar al descubierto con las menores de edad invitadas al encuentro. Hubo rock, dancing, pero también sexo en diferentes lugares de la casa.

Intentos de violación

Una de las menores, visiblemente afectada por el alcohol, fue acosada por cuatro de los organizadores, quienes intentaron violarla, en diferentes momentos y en fracción de minutos. El primero de ellos (estudiante de abogacía y ex jugador de las inferiores de Belgrano de Paraná) intentó penetrarla en un pasillo de la casa. La joven logró resistir el manoseo y vejaciones.

El segundo fue el propio cumpleañero. Primero ella logró sacarlo de encima, mientras él buscaba violarla. Trató de hacer lo mismo en la habitación de arriba de la residencia. Finalmente, hubo un último intento de parte del hijo de un conocido empresario con tres negocios de ropa femenina en la peatonal de Paraná, en la pileta del predio.

La adolescente de 15 años logró salirse de la casa cerca de la medianoche. Llegó como pudo, con una amiga, a la casa de la madre de ésta y con lo puesto en ese momento: solamente su trajecito de baño y un par de ojotas. Nunca se supo dónde quedó el resto de las cosas que había llevado hasta la casa quinta. No sabía dónde estaba, ni qué le había pasado. Llevaba su celular, pero nunca respondió ella a los requerimientos de sus familiares. Siempre lo hizo otra persona, que por mensajes de texto decía que estaba "todo bien" en la fiestita.

La piba tenía algunas heridas y hematomas, tanto en la zona vaginal, como en la espalda, rodillas y brazos, como consecuencia del forcejeo con los jóvenes que buscaron siempre aprovecharse del físico diminuto de la chica. Casi todos le llevan entre 15 y 20 centímetros de diferencia de altura.

Aún no se pudo saber cuántas de las adolescentes quinceañeras pasaron por el mismo acoso y abuso durante toda la jornada sabatina y la madrugada del domingo.

Denuncia recibida por Rufatti

Una familiar directo de una de las adolescentes no dudó en concurrir a Tribunales este domingo a la mañana y radicar la denuncia pertinente ante la fiscal de la Unidad de Violencia de Género, Fernanda Rufatti.

La funcionaria judicial ordenó la inmediata revisación médica, la extracción de sangre para determinar si solamente fue alcohol lo que se le dio el sábado u otra sustancia y avanzará en una causa por abusos e intento de violación.
Fuente: Análisis Digital.

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