“Esas gestiones que el intendente cuestiona pudieron solo en los últimos cuatro años, ejecutar 60 cuadras de alumbrado, renovar por completo las tres plazas, construir veredas, siete cuadras de nuevo paseo peatonal, concretar en solo un año trece cuadras de pavimento articulado, poner en funcionamiento 32 puntos limpios, clausurar el vertedero a cielo abierto y organizar la disposición de los residuos fuera de la ciudad, entre una larga lista de concreciones que trascienden a la obra pública y abarcan también la gestión cultural, deportiva, educativa y social”, comenzaron declarando, molestos por los dichos.
Al mismo tiempo, agregaron que “todo eso fue posible con la misma maquinaria y personal con que actualmente cuenta la municipalidad, e incluso con menos apoyo de la provincia y la Nación en el otorgamiento de recursos. Por eso, más allá de lo que ahora se pueda decir, el sentido común indica que no es justificativo para -después de dos años de gestión- seguir insistiendo con el pasado como excusa para un presente de falta de concreciones”. Luego de haber recordado sus logros, pusieron bajo la lupa la actual administración. “Asistimos a un gobierno que, a 27 meses de haberse iniciado, no puede mostrar un logro significativo para la ciudad. Idas y vueltas del equipo de gestión, cambios en el gabinete que, a pesar del tiempo transcurrido, no se han traducido en mejoras significativas para la ciudad. Hace un año el intendente decía en el mismo recinto que 2017 sería el año de la obra pública. Sin embargo, no hay una sola obra de magnitud a la vista”, siguieron diciendo desde el espacio político de fracción radical.
Para concluir, indicaron como balance que “lo cierto es que cada día las quejas se acrecientan entre los vecinos por el aumento desproporcionado de las tasas municipales, que no se ve traducido en nuevas obras y ni siquiera en un adecuado mantenimiento general de la ciudad. Por eso, ya no hay más justificativos para la falta de acción y capacidad de gestión”.
