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Por Blanca Maluf (*)

En un contexto donde la desinformación se presenta como una amenaza creciente, resulta fundamental comprender cómo se financia este fenómeno que socava la veracidad de la información. Con millones de dólares en juego, organizaciones dedicadas a difundir noticias falsas y manipuladas, utilizan estrategias financieras opacas para evitar la transparencia y dificultar el seguimiento de sus flujos de dinero.

Según investigaciones recientes, estas entidades recurren a arquitecturas financieras complejas que obstaculizan la trazabilidad de los fondos a través de transferencias y transacciones. Este tema forma parte de un capítulo de la guía digital “Desinformación al Descubierto” que acaban de lanzar desde Proyecto Desconfío en alianza con Fundación Gabo de Colombia.
Desenmascarar a los desinformantes
La importancia de desentrañar cómo se financia la desinformación radica en la necesidad de comprender las motivaciones y los intereses ocultos que impulsan la difusión de información falsa. Conocer las fuentes de financiamiento permite desmantelar las estructuras que sostienen la desinformación y contribuir a la promoción de un ecosistema informativo más transparente y confiable.

En este contexto, la transparencia financiera se erige como un pilar fundamental en la lucha contra la desinformación. Revelar y analizar los mecanismos de financiamiento de las organizaciones dedicadas a difundir noticias falsas es un paso crucial para contrarrestar este fenómeno y proteger la integridad de la información en Latinoamérica.

En tiempos de elecciones, las redes sociales son utilizadas para impulsar agendas y para tratar de influir en narrativas para que sean negativas o afines a cierto político o movimiento político. En Facebook, por ejemplo, se utilizan los anuncios publicitarios. La distribución de contenidos pagos garantiza una segmentación más específica de las audiencias y asegura llegar a poblaciones en las que se puede lograr mayor incidencia.

Sin embargo, a través de la política de transparencia de la plataforma se ha descubierto a actores que están detrás de la publicidad, muchas veces privados, sin intereses políticos o ideológicos, sino financieros.
La desinformación electoral
Resulta fundamental comprender que la desinformación no solo representa un desafío para la precisión informativa, sino también para la democracia y la estabilidad social.

En este sentido, Fundación Gabo y Proyecto Desconfío han lanzado esta semana la guía “Desinformación al descubierto. Aprendizajes, retos y recomendaciones”, una publicación muy didáctica, de fácil lectura que busca ayudar a comprender y enfrentar la desinformación en la era digital, la importancia de la investigación rigurosa como pilares para desentrañar este enigma y promover una cultura de información veraz y responsable.

Allí hay un capítulo completo dedicado a desenmascarar a los desinformantes que orquestan las campañas de desinformación en los procesos electorales de América Latina. Desde los asesores de Milei que colaboraron en su triunfo electoral hasta la publicidad millonaria paga para posicionar al actual presidente de Colombia, el capítulo de la Guía Desinformación al Descubierto se vuelve una lectura necesaria en este tiempo. Esta publicación digital puede descargarse de forma gratuita en este enlace.

(*) La autora es Licenciada en Periodismo, especializada en Periodismo Digital y Social Media, y miembro del equipo de Comunicación de Proyecto Desconfío.
Fuente: El Entre Ríos

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