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“Estoy muy contenta y agradecida con todos”, dice Michelle Ríos, la adolescente de 12 años que conmovió a todos con sus ganas de estudiar a pesar de las dificultades económicas que enfrenta su familia, en una nota publicada en diario “ La Nación” el domingo 25 de marzo. En mayo recibió en su casa del barrio Mendieta, en Concordia, un celular con abono, una bicicleta, ropa, una mochila, uniforme y útiles escolares describe Micaela Urdinez, en su artículo del diario porteño.

Para Lidia Liand, voluntaria de Cáritas Concordia (entidad que asiste a la familia y canalizó la ayuda), es importante señalar que Michelle se fue ganando ella sola toda esta marea solidaria de gente que quiere apoyarla en sus deseos. “Nosotros la conocemos desde que tiene 4 años. Y en la escuela primaria los docentes dicen que ella tenía muy en claro cuáles eran sus objetivos. Eso hay que resaltar y valorarlo”, dice.
Ayuda de todos lados
La repercusión fue inmediata. Pedro Sena, el director de Cáritas Concordia empezó a recibir el mismo día cientos de mensajes y llamados de personas de todas partes del país con propuestas y también del exterior. “Los primeros días tuve saturado el teléfono. Me avisaron que me iba a explotar el teléfono pero no creía que tanto. No tenía idea de la magnitud que tenía este programa. Es impresionante. Me ha llamado gente de Estados Unidos, Canadá, Puerto Rico, Bolivia y otros que ya no me acuerdo. Se me han caído algunas lágrimas con las historias que me han contado. Queremos celebrar que un señor le ofreció trabajo al papá de Michelle”, cuenta Sena.

Un equipo de Cáritas se acercó entonces hasta la casa de los Ríos para hacer entrega de algunas de las cosas que la audiencia fue donando para ella y registraron el momento. En el video se ve que Michelle agarra la bicicleta fucsia con canasta y se sube enseguida para probarla. Ya no va a tardar más dos horas en llegar a la escuela y ahora podrá ir pedaleando.

También le dieron el celular nuevo en una caja que donó una empresa y ella dice “¿cómo lo abro?”, entre risas. “Ellos se van a hacer cargo del abono que creo que tiene 3 gigas”, agrega Sena. Michelle lo prende y se queda mirándolo hipnotizada. Ahora sí va a poder hacer las tareas del colegio sin atrasarse. Sus papás disfrutan a su lado.

Pero lo más importante es que Michelle va a estar apadrinada por dos padrinos de la ONG Fonbec que le van a hacer un acompañamiento integral para que pueda cumplir su sueño de terminar la secundaria, y después, estudiar para ser abogada.

“Las cosas que sirven son las que se mantienen en el tiempo. Lo único que le piden es que estudie y mantener un contacto con sus padrinos, que en algún momento la van a poder conocer”, cuenta Lydia Liand, voluntaria de Cáritas Concordia.

Además de los artículos que Michelle ya tiene en su poder, hay otros como una cocina y una heladera que todavía faltan coordinar la entrega. Por otra parte, Cáritas recibió transferencias bancarias de más de 200 personas por alrededor de $550.000. El dinero que se donó exclusivamente para Michelle se van a destinar a la refacción de su casa que hoy es de madera y chapas, y tiene piso de tierra.

El resto de los fondos se utilizará para financiar otros proyectos que Cáritas Concordia lleva adelante en la zona. “Hay mucha gente que se comprometió a ayudar y a acompañar, que es lo más lindo. Pero no solo a ella sino a las otras familias y a otros tantos casos como Michelle. Lo importante es que se están armando grupos que van a continuar colaborando de forma mensual y acompañando a otros proyectos de otros lugares. Para que los que más necesitan vean que no están solos y que hay personas que quieren cambiar su futuro. Siempre apostando a la promoción humana y no al asistencialismo”, dice Sena muy ilusionado.

Las personas que quieran seguir ayudando, pueden hacerlo comunicándose con Pedro Sena, director de Cáritas Concordia, al +54-93454-184844. Ingresar a este link para donar https://www.caritas.org.ar/hambredefuturo
Fuente: Micaela Urdinez para diario La Nación.

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