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Para el año 1967 la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) dispuso una nueva reestructuración en sus competencias y los equipos indirectamente afiliados, es decir aquellos del interior del país, tuvieron la oportunidad de competir con los metropolitanos en la Primera división.

Desde ese año y hasta 1985 las temporadas se dividieron en dos partes: en una los equipos de Capital Federal, Provincia de Buenos Aires y los más populares de Rosario jugaban el Torneo Metropolitano, todos contra todos y a dos rondas. Mientras tanto en el resto del país se disputaban los torneos regionales, en donde los campeones de las ligas (no de todas) competían por un número determinados de ascensos divididos en zonas geográficas del país.

La otra parte del año se desarrollaba el Torneo Nacional, con los metropolitanos y aquellos clubes del interior que habían obtenido las plazas vía torneo regional. Teniendo en cuenta que se incrementaba la cantidad de equipos, el certamen constaba de una fase clasificatoria en la cual los participantes se dividían en zonas y, luego de enfrentarse todos contra todos a dos vueltas, los mejores clasificados accedían a las etapas finales donde, en modo play off, se definía el campeón. La particularidad era que los equipos que no avanzaban a la fase final quedaban sin competencia y por ende los del interior retornaban a jugar sus ligas de origen y para volver a competir en Primera debían ser campeones de la misma y luego ganar una de las plazas en el siguiente Regional.

Durante ese período de casi 20 años, dos equipos entrerrianos lograron debutar en Primera división: Patronato en 1978 y Atlético Uruguay en 1984. Sin embargo en muchas otras oportunidades nuestros representativos fueron eliminados en las instancias finales del Regional, quedando a las puertas de cumplir el sueño de jugar en Primera división.

Quien estuvo más cerca y en mayor cantidad de oportunidades fue Atlético Paraná en la década del ’70, cuando jugó 4 series decisivas y siempre se quedó en la puerta del ascenso. Todo en un lapso de apenas 3 años.

La primera oportunidad fue en 1974, año en el que tuvo dos posibilidades concretas. El inicio fue con una clasificación vibrante ante Ferrocarril de Concordia, logrando pasar por el “gol visitante” tras ganar 4-0 en Paraná y caer 5-1 en la capital del citrus. Luego eliminó a Gimnasia de Concepción del Uruguay (2-1 de visitante y 2-2 de local) y Colón de San Justo (3-1 en Paraná y 1-1 en Santa Fe), para llegar a la final de la Ronda de Ganadores donde lo esperaba Chaco For Ever. El 2-0 en la capital entrerriana presagiaba un buen final, pero el 0-4 en Resistencia esfumó el sueño. De todos modos quedaba otra chance y era en Ronda de Perdedores, donde Atlético debutó en semifinales y volvió a encontrarse con Ferro, para eliminarlo nuevamente: 2-2 en Concordia y 4-1 en Paraná. En una reñida final el segundo ascenso del noroeste se lo llevó Deportivo Mandiyú de Corrientes, 4-3 en los penales, luego de repetirse el 2-1.

Un par de años después, en 1976, Atlético Paraná emprendió un nuevo sueño y llegó invicto a la final regional. Atlético Uruguay (1-1 afuera y 4-0 de local), otra vez Ferro (3-0 en Paraná y 2-1 en Concordia) y Atlético Posadas (3-0 de local y 1-1 en Misiones) fueron los rivales en instancias previas hasta llegar a la definición con Sportivo Patria de Formosa, donde se repitió lo sucedido con Mandiyú: triunfo 2-1 en Paraná, derrota 2-1 en Formosa y caída (4-5) en los penales.

La última gran chance del Decano fue en 1977 y todo comenzó con un contundente paso sobre Libertad de Concordia (2-0 de visitante y 3-0 en Paraná), para luego eliminar a Central Entrerriano (2-1 afuera y 1-0 de local) y Atlético Posadas (empate sin goles en Misiones y 2-0 en Paraná). En semis llegó Deportivo Mandiyú y se concretó la ansiada revancha porque tras el 1-1 en Paraná, Atlético logró un histórico 1-0 en Corrientes. Sin embargo el sueño se truncó en la final cuando Sarmiento de Resistencia le ganó los dos partidos 1-0, inclusive definiendo en la capital entrerriana.
Con los años esas grandes campañas se volvieron míticas y esos planteles grandes leyendas de la historia del Decano, que en la última década tuvo otra época gloriosa cuando logró saltar del viejo Argentino B a la B Nacional en 2014 (venciendo en la final a Sportivo Patria). Sin embargo luego de un par de años en la segunda división, la historia se revirtió y llegaron dos descensos que lo depositaron en su liga de origen y con boleto al Torneo Regional 2020, en el cual aún está en competencia.

Por Diego D. Pierotti
Fuente: El Entre Ríos

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