¿Qué más aportan desde el sur provincial al respecto? Que se trata de un árbol nativo de zonas tropicales y subtropicales, que se distribuye desde Brasil hasta el noreste argentino, llegando hasta Entre Ríos. Le gustan los climas cálidos y templados, y los suelos húmedos como las orillas de los ríos, donde ayuda a fijar la tierra y mantener los cauces.
En efecto, en otras localidades de la costa del río Uruguay también lucen majestuosos. Por caso, en Villa Elisa un lugar elegido por sus habitantes y visitantes es el Paseo del Sembrador (que se extiende desde rotonda Hoklack hacia boulevard Schroeder). “Allí, en su recorrido, el ibirá-pitá es el protagonista”, destacaron recientemente desde el área de Turismo de la comuna elisense. “Su floración se destaca en verano, dejando una alfombra amarilla”, que justamente es lo que los lugareños suelen reprocharle: sus florcitas son un dolor de brazos para barrenderos y de cabeza para los automovilistas que terminan encontrándolas hasta debajo del asiento del vehículo que estacionan para aprovechar su amplia sombra. Más información llega desde la comunidad del Departamento Colón: “es un árbol caducifolio de aspecto soberbio que responde al nombre ciéntifico de Peltophorum dubium”. Caro Diotti escribió, tiempo atrás en el sitio Conexión Animal, al respecto. “Es uno de nuestros más bellos árboles nativos. En Uruguay se lo llama árbol de Artigas y en Brasil cana-fístula. Se lo encuentra en el centro, sur y sudeste de Brasil, en el sudeste de Bolivia, en el centro y este de Paraguay, en el noroeste de Uruguay, y en el noreste de Argentina”.
Hay una peculiaridad en la República: “El árbol de Artigas” se lo termina denominando porque en la ciudad de nombre homónimo al general oriental hay un árbol que es un retoño del que, según relatos históricos, fue testigo de los últimos tiempos de vida del prócer uruguayo, en Paraguay.
Aquel árbol de tierras guaraníes se encuentra en el patio de lo que actualmente es una escuela llamada Solar de Artigas y que en vida de José Gervasio fuera una quinta de la presidencia paraguaya.
Otro dato sobre el árbol: las hojas, semillas y raíces se usan en medicina. También, se destaca por sus dimensiones. Si bien su crecimiento es mediano, enseguida desarrolla una linda copita que con los años va adquiriendo mayor diámetro. Puede llegar a medir 25 metros de altura y 15 metros de diámetro. Añejos, de selvas y en ciudades, a la vera del río, en parques o en amplias avenidas, extraordinaria belleza, de madera rojiza y flores amarrillas, majestuosos, una maravilla, de climas templados y cálidos, etcétera, etcétera. Eso y tanto más puede describirse del ibirapitá que protagoniza uno de los espectáculos naturales más extraordinarios del verano. Dichos los que pueden ser testigos de ese regalo.