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Luciano Filipuzzi, el rector de la Universidad Autónoma de Entre Ríos que pateó el tablero de la política y se alineó con el precandidato a gobernador de “Juntos por el Cambio”, Rogelio Frigerio, dice que está seguro de la decisión que tomó, explica por qué dio ese salto y, plantado en esa determinación, asevera que no ocurrió lo que algunos esperaban: un cisma hacia adentro de la Universidad.

A continuación, transcribimos textualmente la entrevista publicada por el sitio digital Entre Ríos Ahora.

-¿Ya pasó la ola que se generó con aquella decisión de sumarse a las filas de Rogelio Frigerio?

-Sí. Nosotros estamos trabajando normalmente dentro de la Universidad. Creo que fue un efecto momentáneo de algunos ánimos acelerados, pero me parece que primó la moderación. Creo que alguien hizo que primara la moderación y que se entendiera que era una decisión meramente personal de una persona que toma una decisión política, dentro de sus concepciones, de estar o no estar en un determinado espacio, que se sienta o no se sienta representado.

Por ahí, uno toma la decisión de estar en un espacio porque no se siente representado o cree que las ideas que lo representan no las encuentra en el espacio en el que se encuentra y toma la decisión de poder aportar en una coalición, en un lugar en donde a uno lo escuchan, donde hay distintas miradas. Pero ya han bajado los decibeles.

Hoy estamos trabajando perfectamente dentro de la Universidad. Creo que fue una semana de locos en la que se terminó de entender la idea de que nosotros en la Universidad desarrollamos también política, tenemos millones de pensamientos y no hay un pensamiento único.

-Se acaba de realizar en estos días la última asamblea universitaria del año en UADER y en ese espacio en el que están representados todos los sectores quizá se esperaba algún tipo de cuestionamiento a esa decisión. ¿La hubo?

-No, de ninguna manera. Es más, yo veía a muchas personas que se preguntaban cómo era posible que no haya habido problemas o líos en la UADER. Pero cuando prevalece la madurez, la institucionalidad y, sobre todo, el sentido común, lo que pasó es lo que debe pasar. En el tema de la nacionalización, nos tomamos el trabajo de hablar con todos los sectores, de dialogar con todos.

En Humanidades se hizo un trabajo muy bueno, con mesas de diálogo. Todo eso concluye después en una asamblea que es institucionalmente impecable, donde cada uno puede expresar lo que cree, donde se somete a votación, y donde siempre, como digo yo, priorizamos en UADER la institucionalidad, y priorizamos la UADER.

Siempre digo: no dejemos que intervengan factores externos que quieren perjudicar a la UADER. Mirá lo virtuoso que es el proceso de nacionalización. Hay tres facultades que no integrarían el proceso de nacionalización, cuando quieren estar, y sin embargo, solidariamente, acompañan a la Facultad de Humanidades, porque creen que es importante ese camino para poder hacer ese mismo camino las otras facultades.

Muchos apostaban, a raíz de mi decisión, al fracaso. Y lo que muchas no entienden desde afuera de UADER es cómo funciona la Universidad. Ahí le erran.

-¿Hubo costos políticos por esa decisión de sumarse al espacio de Frigerio?

-Lo he hablado con todos los sectores. Siempre manifesté que hacia adentro de UADER tenemos que seguir trabajando unidos. Ya habrá un tiempo de elecciones en la Universidad en 2024. La institucionalidad debe prevalecer. De todos modos, no ha habido mayores problemas, o por lo menos yo no he visto ningún problema.

Tuvimos posterior a eso -se refiere a la decisión de sumarse al espacio de Juntos, NdelR- consejo directivo, consejo superior, asamblea y se trabajó sin ningún problema. Creo que se ha entendido perfectamente. Nosotros, en la UADER, tenemos sectores que van del anarquismo al peronismo, el radicalismo, el socialismo. No entender eso es no entender a la Universidad, es creer que hay un solo pensamiento. En mi gobierno dentro de la Universidad, tengo secretarios de todos los espacios políticos, y gobernamos tranquilamente.

-La demanda histórica de UADER es contar con un edificio propio. La obra del Campuso no parece avanzar del modo que se esperaba. ¿Hubo desatención de parte de la Provincia a la Universidad?

-Ahora se está terminando la mitad de la obra, y de la otra mitad, no se ha planteado ni la licitación ni nada, lo cual a nosotros nos preocupa, porque esa mitad que se terminaría, simplemente, no nos sirve para mucho. Se han hecho algunas obras en distintos espacios, pero la obra del otro edificio, para lo cual nosotros hicimos todos los planteamientos en la Nación, en eso no ha habido ningún tipo de respuesta. Lo hemos transmitido a esto, obviamente.

Pero nosotros entendemos que esto depende de decisiones políticas que nos exceden. Nosotros vamos al Ministerio de Educación de la Nación y nos dicen que como somos Universidad provincial, no nos van a financiar. Nos mandan a hablar a Obras Públicas, y en Obras Públicas nos dicen que hacen el proyecto pero que necesitan la decisión de la Provincia. Hablamos en la Provincia, pero no sabemos si hubo o no decisión.

Lo que sí sé es que en el Proyecto Construir Ciencia sí estábamos bien posicionados y se han priorizado otros proyectos. Ojo, siempre aclaro que el intendente de Paraná -Adán Bahl- gestionó el Planetario, y está bien que lo haga; otros gestionaron un Instituto del Arroz en San Salvador. Pero se descartó el proyecto de laboratorios de UADER, que beneficiarían a los 18 mil estudiantes que están en Paraná, lo cual además nos facilitaría los procesos de acreditación de carreras: eso son decisiones políticas. ¿Quién las toma? Desconozco, porque no llegamos hasta ese nivel. Nosotros, evidentemente, no las tomamos porque quedamos afuera.

-En marzo, probablemente, se inaugure la mitad del edificio de UADER. ¿Para qué va a alcanzar?

-Nosotros necesitamos tres edificios de esos. Estamos hablando de uno, y por la mitad. Si sólo quisiéramos tener edificio para las carreras que acreditan -y que hace seis años se lo dijimos a la Coneau (Comisión Nacional de Acreditación Universitaria) que los edificios estaban en construcción- necesitaríamos el edificio completo.

Hoy tenemos Enfermería con matrícula récord; Psicología con matrícula récord, carreras que deberíamos pensar en tenerlas en ese edificio propio. Y no es menor lo del edificio: el edificio lo que permite es una educación distinta. A veces no se entiende que la Universidad hoy apunta a aulas híbridas. Pero aunque tuviéramos la plata para implementarlo, no podemos hacerlo porque compartimos edificio con la primaria y con la secundaria.

Necesitamos un espacio propio para poder funcionar con la nueva tecnología que es lo que se viene a futuro.

-El hecho de compartir edificio en las escuelas hace que una decisión como la de extender las horas de clase en primaria repercuta en la vida universitaria. ¿Qué pasó ahí?

-Es una muy buena noticia agregar una hora más de clase en las escuelas. Pero, claro, nosotros en UADER usamos los mismos espacios. A nosotros, eso nos corrió una hora todos los cursados. Nosotros habíamos hecho un esfuerzo gigantesco para que los estudiantes pudieran salir antes de las 12 de la noche de clase. Con este corrimiento, volvimos a eso: los estudiantes salen de cursar a las 12 de la noche.

-El otro punto clave en UADER es el rubro personal y el pago de cargos con horas cátedra. Hace un año enviaron un informe sobre ese punto al Gobierno provincial. ¿En qué se pudo avanzar?

-Hasta ahora, está detenido. Ahí la solución es sencilla: si tuviéramos la autonomía real, como en cualquier otra universidad, que permite las transformaciones de partidas, eso se soluciona en diez minutos. Pero hay que aclarar que son todas situaciones que son anteriores a la llegada nuestra. Nosotros nos tomamos un año para poder evaluar y hacer el informe. Además, hemos impedido que eso siga ocurriendo. Pero hay que tener en cuenta que en UADER las autoridades de designación de personal son cinco: al rector sólo le compete Rectorado; por estatuto, cada decano designa en las facultades. Más allá de eso, no hemos tenido de la Provincia una definición concreta. Esperamos que se pueda solucionar.

-El mandato del rector vence en 2024. ¿Va a haber un segundo mandato?

-Eso depende de cómo se vayan dando las cosas y el agotamiento o no que uno tenga o tiene constantemente. Algunos creen que es fácil, pero esto lleva un desgaste fuerte, sobre todo cuando uno quiere producir cambios. Veremos en 2024 cómo nos agarra, en qué estado físico y psíquico.

-En un escenario hipotético de Frigerio gobernador, ¿Filipuzzi dónde se ubica, dónde se piensa, siendo rector o en algún otro espacio?

-Yo no he hablado, y jamás me animaría a anteponer la decisión de estar o no estar en un espacio con nadie. No es mi forma, no es mi estilo y me da vergüenza. Jamás lo haría. Nunca lo hice. No me veo en ningún lugar. Estoy muy conforme acá.

Lo que sí me gustaría es poder hacer transformaciones en la Universidad. La UADER es la universidad más importante en tamaño de la Provincia y creo que se merece una realidad totalmente distinta por la cantidad de gente que tiene. Yo me veo ahí, colaborando desde la Universidad.

Hemos hablado (con Frigerio), hemos hablado de educación, de una cantidad de problemas de la Provincia, de cómo se le agrega valor a la producción, cómo pensar un plan estratégico de corto, mediano y largo plazo en la Provincia. No podemos seguir improvisando.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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