Uno de los valientes, de nombre Hugo, comentó: "Trabajábamos con mi compañero y de repente nos encontramos con tremenda sorpresa; estaba cerca de un tronco y, ante la posibilidad de peligro, no dudamos en matarla. Debido a las crecientes de los últimos tiempos aparecen y se refugian en la sombra.
Asimismo, señaló que la serpiente medía 1,50 metros y por las características que tenía su cuerpo cuando la hallaron parecía se habría alimentado recientemente. También informaron que tenía 35 viboreznos o pichones de yarará en su interior.
Debido a que es agresiva y precisa, y que posee un veneno enérgico y eficaz, la yarará es la víbora más temida en todo el territorio argentino y ante una mordedura inmediatamente se debe acudir al centro médico más cercano para aplicarse el suero antiofídico.