Por caso, el Colegio de la Abogacía recurrió a su cuenta en Facebook para informar sobre el deceso de Maxit y expresar “respetos y condolencias a familiares y seres queridos”.
En la misma red social se pronunció la asociación civil Comunidad Solidaria. “Despedimos con profundo dolor al Dr. Ricardo Maxit, principal colaborador y asesor de nuestra Asociación Civil”, expresó.
El afecto hacia el fallecido propietario y editorialista de El Entre Ríos quedó expresado de manera patente en el mensaje de Martha Ofelia Arlettaz de Bertoldi, integrante de la familia propietaria de la librería de calle 12 de Abril. En las primeras líneas desliza una rica anécdota: “Hoy despedimos en primer lugar al profesor de Educación Democrática del 4to año de la Escuela Normal de Colón en 1960 que nos enseñó a pensar”, dice. Y recuerda: “La primera lección que viene a memoria es la pregunta que nos hizo - Para qué se casa la gente? - Para tener hijos!!, contestamos a coro (la mayoría éramos mujeres que veníamos del colegio religioso de San José) y casi retándonos nos dijo – Uds. tienen entre 17 o 18 años - cómo no van a saber qué, para tener hijos, no se necesita casarse!!!! El matrimonio es un contrato civil, etc., etc. ... y la ceremonia religiosa, etc. etc”.
Arlettaz de Bertoldi escribió también: “Fue nuestro abogado y sobre todo consejero en tantos temas!! Despedimos también al amigo que recordaremos por mucho tiempo. Por su pasión por el arbolado público, por su infatigable tarea al frente de su querida BIBLIOTECA FIAT LUX, por su accionar en pro de la Cultura en general. En su mítico estudio de la planta alta con las paredes repletas de libros y las guías de hiedra queriendo entrar por los ventanales, quedará un legado muy valioso para continuar. En el histórico diario EL ENTRE RIOS nos parecerá seguir leyendo sus editoriales”.No menos conmovedor resulta lo publicado por el Profesor e historiador Alejandro González Pavón. “Sin lugar a dudas que el nombre de Don Ricardo perdurará por muchas generaciones más, por su participación en instituciones, sobre todo su gran acompañamiento (y una Dirección de décadas) de la Biblioteca Popular Fiat Lux”, comienza diciendo.
González Pavón recuerda cuando lo visitó por primera vez en su despacho del estudio jurídico en calle 12 de Abril: “Sentado en aquella sala de espera decorada de antiguos sillones de cuero, sonaba a cada instante los ruidos que provocaban aquella antigua escalera de madera que llevaba a un piso superior donde se encontraba su escritorio. Cuando tocó mi turno, subí la misma y entré en un gran salón con sus paredes forradas de grandes bibliotecas y centenares de libros de múltiples temas. A su espalda, los rayos del sol se introducían en aquel gran salón donde nos encontrábamos. Su nombre tenía peso, pero su amabilidad fue tan grande que rompió las barreras generacionales que cualquier joven a esa edad se puede imaginar. Allí surgió una amistad y un acompañamiento constante llegando a aceptar ser el presentador de uno de mis primeros trabajos editoriales”.El escritor concluye: “Hombre comprometido con la ciudad e interesado por su pasado histórico, trató siempre de mantener encendida la llama de la esperanza y el compromiso por un presente seguro y un futuro planificado”.
También la Biblioteca Fiat Lux le dedicó un bellísimo mensaje de despedida, que resalta, entre otras facetas, al ser humano “preocupado siempre por los más vulnerables”.
La biblioteca publicó en redes sociales: “Ocupado siempre por el bienestar de nuestra querida Biblioteca Popular Fiat Lux y de las personas que trabajan en ella. Preocupado siempre por los más vulnerables; sabía llegar a todos acompañándolos en momentos de dificultad, y apoyando cuando era necesario. Ahora que no está, surgirán innumerables recuerdos de personas que recibieron su cariñoso consejo y ayuda de manera anónima. El último tiempo, nos hablaba de lo bien que lo trató la vida y de lo satisfecho que estaba de estar junto a su amada esposa (a quien conocía desde los 16 años), y sus cinco hijos. El amor por sus nietos y tres bisnietos, supo moldear su carácter y lo reflejó el último tiempo. Estimado Ricardo nuestro sentido homenaje a Ud. y su obra. La familia de la Biblioteca Popular Fiat Lux recordará dos palabras que intercambiamos por mail esta semana: ¡¡¡BRAVO, ADELANTE!!!”.Desde un comentario en la noticia del fallecimiento publicada por El Entre Ríos, Elbio Woeffray resaltó: “Fundador de la federación entrerriana de bibliotecas populares, fue el creador de la ley de bibliotecas populares de Entre Ríos y durante años presidente de la biblioteca popular Fiat Lux. Ávido lector y sagaz comentarista. Se pierde un hombre culto, pensante, del viejo estilo de los juristas romanos. Daba gusto conversar con él. Una pena. QEPD”.
Estos son sólo algunos ejemplos de las repercusiones que generó en Colón y en toda la provincia la partida del Doctor Ricardo Maxit, quien falleció este viernes 9 de diciembre a los 86 años y será sepultado este sábado a la hora 11 en el Cementerio de Colón.
