Así, la película de Schonfeld -oriundo de Crespo- se convirtió en la ganadora del premio principal en el encuentro cinematográfico desarrollado en la elegante ciudad ubicada al suroeste de Francia.
Se trata de la historia de un joven sin rumbo en la vida, que empieza a ocupar el lugar de su primo, muerto en un accidente de moto: una crónica de mimetización que de a poco suma lo fantástico y, si se quiere, lo sobrenatural, en la que fallecido y usurpador terminan confundiéndose en uno solo. Antes de la premiación, el realizador entrerriano había señalado que en su film, que obtuvo 7 mil euros para la distribución en Francia, “lo fantástico venía a ocupar cierto misterio que tiene que ver con la muerte y con esos mitos que se generan con lo que pasa con los muertos jóvenes”.
La gran presencia argentina en la preselección se expresó en el palmarés conocido también en el apartado dedicado a documentales en preproducción, en el que se impuso “Bea VII”, de la cordobesa Natalia Garayalde, reconocida por su ópera prima “Esquirlas”.