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Con 18 años, Germán Schlude es a nivel país uno de los mejores atletas paraolímpicos. Oriundo de Viale, anhela ir a Suiza a ganar carreras, en 2019.

Por su excelente desempeño, actualmente integra el Seleccionado Argentino de Atletismo Paraolímpico. Además de subirse a un colectivo tres o cuatro veces por semana para ir a Crespo para entrenar junto a su instructor, José María Villagra, dos veces por mes viaja al Centro de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard), en Buenos Aires, donde se concentra durante una semana junto a otros deportistas.

En mayo del año pasado, corrió en Chaco y se coronó subcampeón argentino, concretando 200 metros en categoría mayores. Recibió un reconocimiento como Revelación Deportiva, en el marco de los Premios a la Excelencia que entrega Diario UNO.

Dispuesto a cumplir su sueño de llegar al próximo Mundial, que se disputará en Suiza el año que viene, Germán continúa entrenando. Pero además del esfuerzo físico para superar su marca y clasificar, debe rebuscársela para poder seguir pagando los gastos que insume viajar a Crespo, a Buenos Aires, o hacia otras ciudades donde se dispute algún torneo que le aporte más experiencia. Para solventar esos costos, él y su familia decidieron vender alfajores santafesinos a 130 pesos la docena, y de vez en cuando pollos asados. Gracias al apoyo de la gente, la primera vez en pocas horas lograron ubicar 160 docenas, y la segunda 200.

Claudia Barzanti, su mamá, contó: "Todo es a base de esfuerzo. Si bien ha recibido alguna ayuda de la Subsecretaría de Deportes el año pasado y también van a colaborar desde el organismo para que viaje a correr a Ushuaia a fines de octubre, donde va a estar una semana, debemos solventar los gastos del entrenamiento diario y otras cuestiones".

A su vez, confió que Germán no tiene ni pensión por discapacidad ni una beca deportiva, y explicó: "Las solicitamos, pero como soy docente y mi marido es enfermero, nos dijeron que tenemos un sueldo y no le corresponde. De esta forma se nos hace todo muy difícil".

"Por suerte la gente es muy solidaria, y se han vendido alfajores en Paraná, en Viale, en Crespo y hasta en Rosario, donde vive mi sobrina", destacó, e indicó que los encargos se pueden hacer por medio de Facebook, escribiendo a Claudia Barzanti y Germán Schlude.

Orgullosa con el desempeño de su hijo, Claudia contó que ya han viajado a distintas ciudades para competir, con una gran performance, y resaltó el rol que cumple su entrenador. "José María Villagra tiene una amplia carrera deportiva. Fue campeón argentino en dos oportunidades, en 2012 participó como guía de un maratonista ciego en Londres, y ya es como de nuestra familia", comentó, y agregó: "Germán está muy feliz y la próxima meta de ambos es participar del Mundial el año que viene, en Suiza, si logra superar su marca. Hoy está entre los cuatro atletas que integran el Seleccionado y tiene chances".

Por otra parte, subrayó: "A través del deporte, Germán ha hecho un montón de amigos, y hay mucha gente que comparte sus triunfos y lo alienta".

De sus avances da cuenta su entrenador, quien señaló a UNO: "En mi caso siempre fui un atleta convencional y representé al país a nivel panamericano y mundial. En 2012 tuve la experiencia de guiar a un chico con disminución visual y me encantó. Desde entonces empecé a capacitarme en temas vinculados a la discapacidad y alguien me comentó sobre Germán y me propuse entrenarlo".

El joven vialense había dejado el atletismo porque justamente no tenía entrenador y se había volcado al básquet. Obtuvo varios campeonatos con el equipo entrerriano, pero correr era lo que más le gustaba, así que juntos comenzaron un camino que hoy los hermana y los impulsa.

Villagra mencionó que cuando fueron al Cenard a los dirigentes les gustó la potencia y la velocidad del chico, y recordó con gran satisfacción el primer campeonato nacional en el que participaron: "Obtuvo el puesto de subcampeón argentino. Entrenábamos en pista de tierra y no teníamos zapatillas de clavo ni nada de eso, y aún así a Germán le fue re bien y fue algo maravilloso para mí".

También rescató que hoy en día el adolescente está entre los dos mejores juveniles del país y sostuvo: "Estamos luchando para que pueda ir el año que viene a Suiza, porque va a ser su último año en esa categoría. Hay muchas chances, está corriendo muy bien, entrenamos muchísimo. Esperamos poder ir a correr a fin de mes a Ushuaia a un torneo que nos invitaron y seguiremos haciendo algunos meetings internacionales en Brasil y otros lugares para que logre la marca que necesita, ya que hoy está en las mismas condiciones que otro chico de Chaco".

"Estoy feliz de entrenarlo y es impresionante lo que hemos logrado en dos años. Hay mucho sacrificio, porque él viaja en colectivo a Crespo y entrenamos durísimo, haga frío o calor. Lo que lo destaca a Germán es su constancia, su compromiso y su disciplina, y va a llegar muy lejos", afirmó.
Sin barreras
Para los corredores ciegos es un requisito obligatorio que en los 100 y los 200 metros de la pista los acompañe un guía personal. Sin embargo, cuando entrena Germán no cuenta con ninguno en Entre Ríos, y solamente cuando va al Cenard el Comité Paraolímpico le facilita uno. Villagra no puede cumplir ese rol, pero jugó un papel fundamental para que el joven atleta se anime a correr sin miedos. "Cuando sos ciego, siempre hay un pozo con el que te podés tropezar o un cartel que te podés chocar. Por eso muchos no videntes caminan inseguros. Yo también era así, y mi entrenador me enseñó a no frenarme, a no pensar todo el tiempo que me podía chocar algo. Y también me hizo entender que quien se tiene que encargar de mi seguridad es mi guía. Eso me ayudó muchísimo a seguir. Acá no tengo guía y debo correr solo en los entrenamientos, pero con la seguridad y la confianza de que puedo hacerlo", contó Germán.

Acto seguido, recordó una anécdota de una de sus primeras competencias nacionales, luego de haber participado en los Juegos Evita en 2014 obteniendo medalla de bronce: "Yo soy juvenil y corrí en mayores en Chaco el año pasado. Empecé con 100 metros, pero tuve una mala salida, cuando mi guía sin querer me soltó y solo me iba tocando el brazo para orientarme. También me había doblado el tobillo, pero seguí corriendo. Aún así quedé segundo en esa serie".

Al día siguiente tuvo su revancha con los 200 metros en pista y se propuso salir, correr y terminar bien. "Fue una de las carreras en la que me sentí más cómodo. Era la primera vez que corría esa distancia y fue un gran esfuerzo, y al terminar grande fue mi sorpresa cuando me llamaron al podio: había salido subcampeón argentino y en categoría mayores", resaltó.

Con simpatía, contó que además de trabajar duro para cumplir su anhelo de llegar a Suiza, su objetivo actual es superar a su rival deportivo, con el que mantiene la misma marca y en la última carrera de 100 metros terminaron empatados.

Además de entrenar, Germán cursa el último año de la escuela Secundaria en el turno noche. Al nivel Primario lo terminó en la escuela Normal de Viale resultando abanderado, con el mejor promedio: 9,89.

Destacándose siempre en cada cosa que emprende, para seguir superándose en la pista y en la vida se apoya en sus principales pilares, que son
su papá Javier, su mamá Claudia, su hermana Gisela y su entrenador José María. Entre todos conformaron un gran equipo, alentando al atleta para que alcance el podio y pueda cumplir todos sus sueños.
Fuente: Diario Uno

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