"Estaba todo armado" se lo escucha decir. ¿Por quién o quiénes? Apunta especialmente a Héctor Godoy, alias "Caverna", jefe de la barra brava de River, quien habría jurado vengarse luego de que fuera allanada su casa y le sacaran los 300 tickets con los que los barras iban a ingresar al Monumental este sábado.
"El chavón (por Caverna) les dijo que si no entraba la barra, no se jugaba el partido". La amenaza, de haber existido, finalmente se hizo realidad.
El audio de WhatsApp prosigue describiendo lo que el autor del mensaje entiende una estrategia casi obvia: "Ellos (los barras) saben, están metidos en el club. ¿Cómo suspendés un partido? Lastimando a los jugadores. ¿Dónde viajan los jugadores? En el micro. Está todo armado. La policía llevó a los jugadores por donde estaba la gente. ¿Vos te pensás que entre esos no estaba ninguno de los 300 que no podían entrar a la cancha? Una vergüenza amigo".
Con el paso de las horas, no son pocos los que apuntan a la barra brava como pieza clave del escándalo que avergonzó al fútbol argentino ante el mundo. Claro que no sería la única condición necesaria para que las cosas pasen. También hubo un notorio fracaso del operativo de seguridad que debió impedir el accionar del grupo que atacó al colectivo con los jugadores de Boca.