Una puñalada en el corazón mató a Andrea Danne mientras dormía en su cama, el 16 de noviembre de 1986, en San José (Entre Ríos). Tenía 19 años, estaba de novia y estudiaba el profesorado de Psicología.
Alguna vez dijo respecto de ese caso: "yo era adolescente en ese momento y me impactó muchísimo; conmovió a toda la región por las características", recordó y agregó que "no sólo porque era una chica muy joven, sino porque la mataron en su casa, mientras ella dormía y los padres también dormían en la habitación de al lado".
"Tenía muchos ingredientes extraños; fue un caso del que se habló durante años y todavía la gente se acuerda", afirmó y reflexionó: "yo pensaba que adentro de tu casa estaba todo bien, que el peligro siempre estaba afuera. El hecho de que haya sido en su propia casa, con los padres al lado, fue tremendo".
Dijo, luego, sobre el libro que escribió a partir de esa triste historia es que "cuando empecé a escribirlo, se lo comenté a dos amigas que tengo de la adolescencia y ellas me contaron que les había pasado lo mismo: que antes de irse a dormir revisaban debajo de la cama, adentro del ropero, porque el peligro podía estar en la habitación."
El caso de Andrea Danne, hasta hoy, permanece impune. En el final del libro que recoge la historia de ese femicidio, y los de María Luisa Quevedo, Sarita Mundín, escribe: "ahora tengo cuarenta años y, a diferencia de ellas y de miles de mujeres asesinadas en nuestro país desde entonces, sigo viva. Sólo una cuestión de suerte".