Hay tanto descontento como desconcierto en el emblemático frigorífico ubicado en la ciudad de San José (Departamento Colón), tras la decisión oficial de suspender por el lapso de 30 días la exportación de carne vacuna -con la intención de contener la presión sobre los precios-, lo que motivó una rápida reacción del agro. “Nos encontramos entre la decisión del gobierno y el paro del campo”, confiaron a El Entre Ríos desde el establecimiento, “mientras seguimos trabajando normalmente, con hacienda encargada y faenas programadas en principio hasta el próximo miércoles”.
Con la esperanza de que se dé marcha atrás con la restricción, las autoridades de PGE decidieron seguir adelante -hasta mediados de la próxima semana- sin alterar la rutina de trabajo de sus 400 operarios, manteniéndose cautos en sus declaraciones con respecto a posibles medidas que puedan significar algún tipo de ajuste.
“PGE tiene oxígeno para soportar un mes, si es que realmente son 30 días y no más, pero estamos teniendo noticias de otros frigoríficos colegas que lamentablemente no pueden resistir más y están tomando medidas muy dolorosas”, añadió la misma fuente. El año pasado, esta misma compañía decidió poner un freno a la producción, cuando encontró sus depósitos “abarrotados” de mercadería acumulada durante tres meses sin poder exportar, ante el rebrote de Covid-19 que sufría China: dejó de faenar la primera quincena del mes de julio y anticipó en esos días las vacaciones del personal, en acuerdo con el Sindicato de la Carne.
Hoy las razones que motivan la prohibición son otras y el plazo sin exportar -de 90 a 30 días- también es distinto, mientras el camino a seguir aún parece incierto: ¿Hasta qué punto PGE podrá adaptarse?
