"Esa necesidad de creer en lo divino, llevó a que la gente se agolpara ante la imagen, y la mayoría se lanzó sobre la palmera para tocar a la imagen, lo que provocó que un vecino la protegiera con un tejido, cuidando así el brote que tiene forma de la virgen", relató El Federaense.
"La gente bajo un fuerte sol, continúa rezando junto a la imagen", concluye.