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"Su mayor defensa siempre fue la prescripción", recordó hace un tiempo atrás la abogada querellante Rosario Romero, sobre la estrategia que aplicó el cura Justo José Ilarraz para defenderse en la causa judicial. La denuncia periodística por abusos a menores en el Seminario de Paraná fue la primera, en septiembre de 2012, a raíz de la investigación publicada por la revista Análisis. Entonces la Procuración General del Poder Judicial decidió abrir una investigación de oficio. La causa comenzó con innumerables traspiés y demoras, tanto así que hace ya más de cinco años de aquella publicación que conmocionó a la prensa provincial, nacional e internacional. Incluso, actualmente existe un recurso que debe resolver la Corte Suprema de Justicia de la Nación, en el cual los defensores del cura reclaman que los delitos se declaren prescriptos.

El juicio que llevará varios días de noviembre (inicia el 13) y algunos de diciembre en los tribunales de Paraná, tendrá varias singularidades.
Probablemente sea a puertas cerradas por el tipo de delitos que se juzga. Entre los testigos pasará el cardenal Estanislao Esteban Karlic, quien al momento de los hechos denunciados era obispo de Paraná, jefe directo y muy cercano a Ilarraz; también declarará el actual obispo Juan Alberto Puiggari, que al momento de los hechos investigados estaba a cargo del Seminario Mayor, entre otros curas y autoridades de la Iglesia Católica.
Cabe señalar también que uno de los integrantes del tribunal que juzgará a Ilarraz, Darío Crespo, hace pocas semanas formó parte del tribunal que juzgó y condenó al cura Juan Diego Escobar Gaviria en Gualeguay. Crespo volverá a verse el rostro con Milton Urrutia, que en el debate contra el cura colombiano se desempeñó como defensor, pero en el juicio a Ilarraz lo hará como parte acusadora.

Cronograma previsto


Por la complejidad del caso y la cantidad de testigos citados, se prevé que el debate se extienda a lo largo de cuatro semanas, desde el 13 de noviembre hasta el 5 de diciembre. La primera instancia de audiencia será del 13 al 15 de noviembre; la semana siguiente el juicio continuará del 21 al 24; la tercera semana será del 27 al 30; y la etapa de cierre será del 1 al 5 de diciembre.

Una resolución de los tres camaristas encargados de dirigir el juicio dispuso hace tiempo esas fechas para el debate. Los jueces además requirieron al "Arzobispado de Paraná la urgente remisión del Legajo Personal de Justo José Ilarraz", y declararon al proceso como "complejo, debiendo duplicarse los términos procesales". Para el debate hay más de 75 testigos que serán citados, entre quienes están las propias víctimas denunciantes.

El juicio oral será llevado adelante por representantes del Ministerio Público Fiscal (MPF); los querellantes particulares Rosario Romero, Marcos Rodríguez Allende y Milton Urrutia; los defensores particulares Juan Ángel Fornerón y Jorge Muñoz; y el propio imputado: el cura Justo José Ilarraz.

Los abusos del cura


En septiembre de 2012, la revista Análisis generó un cimbronazo importante en la sociedad entrerriana y particularmente en Paraná y la zona. El revuelo marcó un antes y un después en el ámbito eclesiástico. Por primera vez tomaba estado público un grave caso de abusos a niños en el ámbito del Seminario Menor de Paraná. El señalado fue el cura Justo José Ilarraz, que cometió decenas de violaciones entre 1985 y 1993, mientras ejercía el rol de guía espiritual entre niños y adolescentes que se formaban en el Seminario.

Por el grave caso hubo una investigación diocesana en 1995 y en el marco de la misma, Ilarraz fue "castigado" por el Vaticano, siendo enviado a Italia para realizar una Licenciatura en Misionología, estudio que completó con la tesis Los niños: nuevos misioneros para nuevos tiempos. Años después, cuando volvió a Argentina, Ilarraz no fue recibido en Paraná pero continuó ejerciendo el sacerdocio en Tucumán. Allí se asentó en Monteros, donde se desempeñó como párroco, sin mayores sobresaltos hasta la denuncia periodística y la apertura de la causa judicial.

La pesquisa que desarrolló la justicia ordinaria fue abierta de oficio, por una decisión del procurador del Superior Tribunal de Justicia (STJ) de Entre Ríos, Jorge García. La causa tuvo una gran cantidad de instancias de apelación que fueron concedidas por distintos jueces provinciales a los defensores del cura. El meollo de la discusión fue la prescripción de los abusos denunciados, punto sobre el cual la Justicia provincial dejó en claro su disposición para continuar con la investigación y castigar la corrupción de menores. Actualmente, esa discusión en cuanto a la forma judicial y no en cuanto al fondo de la causa, está en la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN) para ser resuelta.
Fuente: Análisis Digital

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