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El arzobispo de Salta, Mario Antonio Cargnello, en la celebración de la Fiesta del Milagro, este domingo, se dirigió al presidente durante un discurso que generó respuestas de varios sectores.

“Por eso, Mauricio, has hablado de la pobreza. Llevate el rostro de los pobres, son dignos, son argentinos son respetuosos; merecen que nos pongamos de rodillas dente de ellos. Vale para todos, hermanos. Nada más, gracias”, dijo Cargnello, ahora arzobispo de Salta, pero catamarqueño de nacimiento. Llegó a este mundo en la capital, San Fernando del Valle de Catamarca, el 20 de marzo de 1952, hijo de Mario y de Ada, dos inmigrantes italianos que llegaron en la posguerra de la zona del Friuli.

Ingresó al Seminario Menor de Catamarca con 12 años, y completó su formación sacerdotal en Entre ríos, precisamente en el Seminario Arquidiocesano Nuestra Señora del Cenáculo, de Paraná, donde estuvo hasta 1974 y fue ordenado sacerdote el 8 de noviembre de 1975 en Catamarca.

Su relación con Paraná continuó al punto que celebró la ordenación episcopal del actual arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, en 1998 en la Iglesia Catedral, cuando entonces ejercía como obispo de Orán. En 1999 asumió como arzobispo de Salta.
Documento y debate
En julio último, Cargnello dio a conocer el “Protocolo de actuación ante denuncias por abusos de Niños, Niñas, Jóvenes y Personas vulnerables por parte de clérigos” y su nombre resonó a nivel nacional. El documento mereció el reproche muy duro de la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiásticos.

“Las víctimas son lo primero” era el nombre del documento en el que manifiesta su voluntad de acompañar a las víctimas de abusos sexuales perpetrados por ministros de la Iglesia y de cooperar con la justicia penal.

Además, en esa ocasión se comunicó la aprobación del protocolo de actuación ante las denuncias presentadas por presuntos delitos cometidos por clérigos de la arquidiócesis contra niños, niñas, jóvenes o personas vulnerables.

El documento fue cuestionado por la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual Eclesiástico de Argentina, que consideró que el arzobispo de Salta finge “arrepentimiento y propósito de enmienda” al pedir “perdón a la sociedad salteña”, y que “oculta que él mismo forma parte del sistema de encubrimiento pergeñado meticulosamente por el Vaticano para proteger a los criminales con sotana”.
Fuente: Entre Ríos Ahora

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