A partir de allí –y ante la negativa inicial de la menor de contar a la fiscal lo que le había ocurrido- se tejieron una serie de versiones y en redes sociales se polemizó sobre si era relevante o no para la comunidad conocer qué había sucedido. Carolina es mamá de Lilian y cuenta a los lectores de El Entre Ríos los detalles de la desaparición de su hija y desmiente falsos rumores.
“Mi marido me avisó que la había mandado a hacer una compra a la ferretería que está en Gaillard y Sanguinetti, cerca de casa, y no había vuelto. Me llamó la atención porque es muy responsable y no va a ningún lado sola; además no conoce, porque nosotros no somos de acá. La busqué en auto durante media hora y después fuimos a la jefatura para que me ayuden. Cuando les di la descripción y les comenté que tenía una bicicleta verde, me dicen que al mediodía habían encontrado una bicicleta del mismo color en barrio El Ombú. Pensé que se la habían robado y no quería volver a casa por miedo”, explicó.
A partir de allí comenzó la intensa búsqueda. “Pedía ayuda en los grupos de WhatsApp mientras seguíamos buscando. Con la Policía recorrimos los baldíos de la zona donde estaba la bicicleta. Una cámara de seguridad la vio pasar con la bicicleta a cuestas y más adelante la tiró. Otra cámara la ve pasar caminando y meterse en el campo por donde la buscábamos nosotros y aparentemente salió por el otro lado. Después me contó que se metió al monte, se perdió y en un momento escuchó que la llamábamos. Más tarde me avisó un amigo que iba una nena por la ruta y cuando llegamos Investigaciones ya la había encontrado”.
Sobre las razones de lo ocurrido, Carolina comenta que el desencadenante fue un reto de su padrastro y una serie de alternativas familiares que -si bien fueron transmitidas a este medio- preferimos reservar, pero que motivaron a la adolescente a huir sin rumbo fijo y a iniciar ahora un tratamiento psicológico.
La madre de la menor desmiente categóricamente las versiones que señalan que su hija fue víctima de un delito. “Se escucharon una serie de rumores como que la habían levantado y la habían violado, cosa que no es así”.
También había circulado la versión de que al momento de su aparición tenía marcas de sogas y rasguños. Al respecto, Carolina aclaró: “Lo único que tenía era una marca en la muñeca porque se hizo una atadura con un trapito que encontró en el monte y rasguños por haber estado en el monte. La revisación médica dice que está bien”.
“Quiero agradecer a la Policía, los medios de comunicación y la gente de Colón, que fue muy solidaria”, dijo para concluir.
