En Entre Ríos, la sequía que se generó a fines del 2020 y las lluvias de este año auguraron una vendimia exitosa: “Ahora que hay varios días sin lluvia todo el mundo está cosechando. Y están todos muy satisfechos con la calidad y con la cantidad”, sostuvo al respecto Noelia Zapata, presidenta de la Asociación de Vitivinicultores de Entre Ríos (AVER). De acuerdo al Instituto Nacional de Vitivinicultores (INV), en la provincia la semana pasada se cosecharon 36.216 kilos de uva: 14.598 de merlot, 12.983 de malbec, 5.385 de la variedad chardonnay, 2.100 de alvarinho, 850 de sirah, y 300 de pinot negro.
El proceso de cosecha
El trabajo se realiza de manera manual generalmente con 10 o 15 personas que dedican alrededor de 15 horas diarias a extraer los racimos de las planta con tijera de poda. Luego, se los colocan en una despalilladora, una máquina que separa el fruto de las ramas.Daniel Giménez, ingeniero agrónomo, docente de la cátedra de Vitivinicultura de la Tecnicatura en Enología que se dicta en San José, y productor vitivinícola desde el año 2013 en Concepción del Uruguay, detalló que “la uva se cosecha y se procesa en el mismo día. Hay que hacerlo lo más rápido posible. Con la desparrilladora se separa la uva de la de la rama que la contiene y eso se pone a fermentar. Se va cosechando y procesando”.
Giménez explicó que “la fermentación lleva entre una semana y 10 días, según el tipo de vino, y luego empieza el tiempo de crianza, en que se lo cuida, se lo deja descansar y que repose, por lo general todo el invierno”.
Según indicó el experto, los productores que se dedican a la actividad tienen que ser pacientes: tras la plantación de las vides, deberá esperar al menos tres años para su primera vendimia, que no tendrá rendimientos considerables. A los cinco años, las plantas darán frutos para que sea una “cosecha aceptable”. Finalmente, a partir de la primera década se podrá obtener una vendimia continua cada año si las condiciones climáticas son favorables.
En este punto, Giménez destacó que “el clima estuvo bien ahora porque fue un año seco. La principal limitante que tenemos nosotros, los vitivinicultores, es la humedad, que llueva mucha y la planta se enferme, y este año eso no sucedió”. De este modo, en el período de la vendimia, “fue bueno tanto el rendimiento como la calidad de la uva, que es lo más importante para hacer el vino”, expresó.
“Para evaluar la calidad, la referencia es el contenido de azúcar que logra la uva para después fermentarse y transformarse en alcohol, así que en general este será un buen año”, concluyó.
