“Te acercamos una serie de preguntas que surgieron del seno de la comunidad”, decía el intendente dirigiéndose a Martin Bremermann, CEO de HIF Global.
“Confiamos en poder coordinar un encuentro personal que nos permita abordar estos temas en profundidad y avanzar hacia una comunicación transparente y constructiva”.
Pocas horas después, Bremermann le escribía a Walser. El mail, sin embargo, no contenía ninguna de las respuestas solicitadas. “Hemos resuelto trasladar vuestras solicitudes de información a las autoridades competentes del Estado Uruguayo, a fin de que las canalicen y evacúen en la forma que estimen pertinente”, le decía.
En un tercer mail, José Luis Walser expresaba: “Entendemos que las preguntas planteadas corresponden ser respondidas directamente por esa empresa, dado que refieren a aspectos técnicos del proceso productivo y a impactos socioambientales de relevancia, tanto en el entorno local como en el ámbito transfronterizo”.
“Cabe destacar que estas inquietudes no solo involucran al río Uruguay, sino también a la calidad del aire —cuyo alcance excede las fronteras nacionales— y a la posición ética que la empresa asuma frente a la posible afectación de las relaciones entre dos países hermanos”.
“Consideramos que un verdadero diálogo se sustenta en la transparencia y en la buena voluntad. En este sentido, entendemos que la derivación de nuestras consultas al gobierno uruguayo constituye una omisión de respuestas”.
El pedido para que HIF Global “brinde de manera directa y completa la información requerida”, no sería complacido.
Preguntas
Las preguntas sin respuesta eran fruto del diálogo entre vecinos, asociaciones y funcionarios. Algunas de ellas surgieron incluso a partir del taller que la propia empresa había brindado en la ciudad de Paysandú. Entre las cuestiones técnicas, se indagaba: “¿Qué tratamiento darán a los efluentes líquidos generados y dónde se hará el vuelco de los tratados?”. “¿Qué contaminantes esperan separar en estos tratamientos y cuál será su disposición final?”. “¿Qué características tendrán las emisiones a la atmósfera?”. “¿Qué catalizadores utilizarán en los distintos procesos y cuál será la disposición final de estos?”. “¿Qué medidas utilizarán para mitigar los impactos ambientales?”. “¿Qué protocolos de seguridad serán aplicados?”. “¿Existen velas para quemar gases no deseados en el proceso?”.A la vez, solicitaban vistas de la planta en 3D o algún programa que les permita dimensionar su tamaño y precisiones sobre los componentes de la planta (edificios, chimeneas, tanques) con sus distintas alturas.
A continuación –y considerando el contexto socio-ambiental- se interpeló a los ejecutivos de HIF Global: “¿Podrán rever las motivaciones de su localización, en pos de favorecer el bienestar de nuestra comunidad?”. “¿Se podrá desde la empresa contemplar un código ético diferente, en donde mantener la paz entre los pueblos esté por encima de los esfuerzos económicos que puedan realizar?”.