“Todo lo que se hizo en la gestión de Cresto, se hizo siguiendo las normas y procedimientos administrativos correspondientes. Los concejales del radicalismo y de Cambiemos que fueron parte de la gestión anterior pudieron acceder a información y datos de primera mano para controlar todo; distinto a lo que pasa hoy, que el Intendente ni siquiera responde los pedidos de informes de los concejales”, agregó la abogada.
“¿O Azcué pretende decir que los concejales de su propio espacio (que estuvieron antes y siguen ahora) hacían la vista gorda mientras se cometían irregularidades?”, se preguntó. Y continuó: “¿Está Azcué en condiciones de afirmar que antes el Tribunal de Cuentas y todas las áreas de control miraban para otro lado? Cuando Rogelio Frigerio, siendo ministro del Interior, premió al municipio de Concordia como uno de los más transparentes del país, ¿estaba avalando las supuestas irregularidades que Azcué dice ‘haber descubierto’?”
Petit lamentó que “el intendente crea que la respuesta a los problemas de la ciudad sea una denuncia judicial. Así no se resuelve la falta de conducción y de ideas claras. Parece que la única estrategia es jugar al Milei del choque permanente… al Milei que Azcué admira y aplaude, mientras destruye el empleo, reprime a los jubilados, maltrata a los discapacitados y consolida un esquema de recesión y ajuste que a ciudades como Concordia las ponen de rodillas”.
“Y esto se hace evidente también en las decisiones que se toman como manotazos de ahogado. Porque después de dos años de gestión, ‘reformar’ otra vez la estructura orgánica no es modernización: es la confesión de que no hubo planificación, no conocen el municipio y, mucho menos, tienen un rumbo. A esta altura ya no pueden tapar su ineficiencia en servicios y obras con fuegos artificiales: el vecino lo sabe y lo padece”, agregó.
La exfuncionaria enumeró lo que, a su entender, son logros de la gestión precedente: “Venimos de una gestión, la de Enrique Cresto, con servicios de calidad, con respuestas a los vecinos, con CDIs que atendían a más de 1.000 chicos que desayunaban y almorzaban diariamente; de un municipio de puertas abiertas, con consejos de participación donde los vecinos opinaban y definían políticas para sus sectores; de trabajo en equipo para solucionar problemas y consolidar avances. A la par que se realizaron más de 100 obras públicas, se proyectó y consiguió financiamiento internacional para un aeropuerto modelo en la región, una planta potabilizadora para resolver el problema del agua, y se hicieron accesos con iluminación y señalética; políticas destacadas con premios nacionales e internacionales y un primer puesto en transparencia. Frente a eso, hoy tenemos una Concordia paralizada, sin norte, con CDIs a poco de no prestar ninguna asistencia ni contención, una ciudad de parches sin sentido urbanístico y una administración cerrada, sin escucha ni planificación”.
Más adelante, Petit también cuestionó el modo en que el intendente actual resolvió elevar la documentación a la Justicia: “Vamos a analizar lo de Azcué en Tribunales desde el plano legal. Teniendo en cuenta que remitir ‘una auditoría completa’ para que la Justicia revise lo que ‘podrían ser’ presuntas irregularidades es vago e impreciso: más cerca del efecto periodístico que de la seriedad. Además, la contratación de esa auditoría ya es, como mínimo, cuestionable: se presentó como ‘asistencia técnica’ y fue una contratación directa a la UNL por 19 millones de pesos (21 de marzo de 2024), por 90 días y con pagos 40% a la firma y 60% al presentar el informe final. Es decir que el intendente estiró los límites de la contratación directa amparándose en la excepción de especialidad, cambió el objeto real e ignoró procedimientos previstos por la ordenanza y las leyes de contratación del Estado. Además, la auditoría pretende evaluar decisiones políticas, recomendando cambios que no son contables sino de gestión, y se basa en documentación remitida; es decir, no se hizo in situ, lo que de por sí resta precisión y relevancia a sus resultados. Desde este punto de vista, la misma auditoría aparenta ser más irregular que lo que pretende denunciar el Intendente”.
“Daremos las explicaciones que haya que dar donde haya que hacerlo; pero Azcué debería recalcular el GPS, por el bien de Concordia y su gente, y en reconocimiento a la responsabilidad que le confirieron las urnas. Porque gobernar no es agitar denuncias: es generar y ofrecer soluciones. Y Concordia no pide titulares en los diarios y videos en TikTok; pide trabajo, obras y oportunidades de vivir mejor”, concluyó.