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Una nueva experiencia asumió Cáritas de la Parroquia Santos Justo y Pastor. Se trata de la conformación de Cáritas Juvenil, integrada por estudiantes de PECU (Promociones Estudiantiles Unidos) y jóvenes parroquianos.

El Padre Néstor Toler –junto a Valeria Pastorini y Norma Godin, integrantes de la comisión directiva de la institución- hablaron sobre la iniciativa con El Entre Ríos.

“Con los chicos de PECU veníamos trabajando en la red solidaria, a partir de que uno de los chicos –Nico- llegó a Club Sauce y dijo que ellos no se querían perder esta oportunidad. Al comenzar el frío surgió la necesidad de frazadas y nos contactamos con él a ver si nos podía ayudar. Justo era el segundo día de la novena al Sagrado Corazón, y si bien habíamos pensado en que ellos lo hicieran por su lado y nosotros por el nuestro, en oración Jesús nos marcó: ‘Juntos o nada’, a partir del lema que era ‘Juntos abrazamos la esperanza de Colón’. A su vez, PECU ya venía trabajando con el tema de las viandas y se unieron los jóvenes de la parroquia”, comenta Valeria sobre los comienzos.

“Se va notando el cambio de mirada y actitud en los jóvenes, la realidad los termina transformando. A veces uno mira desde los prejuicios o preconceptos que tienen quizá de la propia familia, de la sociedad, cultura, educación o religión”, aporta el sacerdote.

“A los chicos les encanta la actividad y Cáritas le aporta espiritualidad a esa caridad, que brota desde el compartir, charlar los problemas, buscar soluciones en equipo, tratar de que nadie se corte solo. Los jóvenes de la parroquia se han unido sin imponer la fe, pero sí cuidando la espiritualidad y que esta cercanía con la gente los lleve a ver más allá y más adentro. La realidad de la pobreza tiene muchas riquezas”, asegura.

“Asombra el compromiso, por ejemplo irse a acostar, acordarse de que no llevaron una frazada y levantarse para llevarla, pero no solo por obligación, sino porque siento en el corazón lo que puede estar viviendo el otro. Está sucediendo dentro de ellos algo que es Evangelio, que es esperanza para Colón. Como dice Madre Teresa, no es simplemente llevar un plato de comida o satisfacer la necesidad material, sino alimentar el espíritu en el encuentro. Por ejemplo, escuchar a los abuelos, para ellos es parte de la misión. El amor te enriquece, se multiplica, se vuelve creativo”.

“Podemos ver cómo utilizan la empatía”, dice Norma. “Van a una casa y es como si siempre hubiesen estado ahí. La gente está encantada”.
Solidaridad en tiempos de pandemia
“Los chicos asumieron el protocolo desde un comienzo, se autocorrigen sabiendo que son un riesgo para las familias, porque pueden estar llevando el virus. Así que esto del lavado de manos, el barbijo, las distancias; ha sido muy educativo y educador, porque ayudan a que las familias lo vivan”, comenta el Padre Toler.

Durante el periodo de aislamiento, la sede de Cáritas no está abierta, pero reciben los pedidos personalmente, por teléfono, whatsapp o redes sociales. “La mayoría de los pedidos los preparamos acá, lunes y miércoles por la mañana y por la tarde, pero los chicos llevan las cosas. Los martes a las 17 se juntan para hacer un rato de oración y después salen. Uno de los adultos de Cáritas me comentó que este martes fue a llevar las cosas solo, y la familia se quedó esperando a los jóvenes”, explican Norma y Valeria.

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“Es increíble la solidaridad de la gente de Colón, que a veces viene de donde menos lo esperás”. Entre las experiencias, cuentan que “el dueño de un complejo de bungalows, al estar cerrado, nos donó todas las frazadas. Y cuando le preguntamos por el año que viene, nos respondió ‘Dios proveerá’”.

“Cuando fue lo de las frazadas, de una señora surgió hacer pantuflas chicas, medianas y grandes. En dos días se juntaron 10 mil pesos para comprar la tela. Los nenes de Catequesis se unieron haciendo una cartita o un regalo. Los jóvenes se ocupan de llevarlo”.
Sin aportes del Estado
En otro tramo de la entrevista, el párroco habla sobre el aporte del Estado a la Iglesia y cómo es sostener las parroquias y capillas durante este tiempo de pandemia.

“Estuvimos impedidos de realizar la colecta anual de Cáritas que es todo el mes de junio. Pusimos urnas en los supermercados y se sumaron más de 70 mil pesos. Son cosas inesperadas pero sucede”.

“A nivel nacional el Estado hace un aporte a los obispos, a la formación de los futuros sacerdotes y a las diócesis más carenciadas. A la parroquia no le llega absolutamente nada, nos manejamos por la colaboración de la gente, los estipendios por las intenciones de misa que es libre para quien quiera colaborar, casamientos y bautismos que ahora no hacemos. Pero la gente ha sido tan generosa que nos ha sorprendido, nos ayuda con la comida y la ropa. Hemos podido pagar los sueldos y el sostenimiento de la parroquia. La comunidad tomó conciencia que es de todos”, concluye.

Para comunicarse con Cáritas, se puede llamar a la secretaría (03447 421109) o contactarlos a través de Facebook: Parroquia Santos Justo y Pastor.
Fuente: El Entre Ríos

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