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Viale, primera ciudad entrerriana habilitada.
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“Solicitar vivamente la autorización para poder celebrar la santa misa y los demás actos de culto de nuestra religión con la presencia de la feligresía en nuestros templos, con la observancia de los cuidados necesarios, ante la presencia del Covid-19, y de acuerdo a las directivas nacionales y provinciales” reza, en su parte central, la solicitud circulante.

Varias mesas de entradas de municipios ya dieron ingreso formal por estos días a un pedido de habilitación de las celebraciones religiosas “con participación física del Pueblo de Dios”, presentado en las distintas jurisdicciones por sus respectivos obispos y curas párrocos. Hasta el momento, forman parte de esa lista las siguientes localidades: Paraná, Santa Elena, Oro Verde, Lucas González, Hernandarias, Bovril, Villa Urquiza, Santa Elena, Crespo, Feliciano, Villa Clara y María Grande. Por su parte, las misas ya están autorizadas en Viale, la primera ciudad entrerriana en responder afirmativamente a ese petitorio.

Este viernes, “Día del Sagrado Corazón de Jesús”, laicos autoconvocados harán una caravana a las 17.30 desde la Catedral de Paraná hasta la Casa de Gobierno, apoyando ese pedido de obispos y sacerdotes de que se habiliten las actividades religiosas.

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Génesis de la presentación
Quienes han llevado adelante esta acción lo hicieron por “el pedido de muchos laicos que desean volver a encontrarse como comunidad para alabar a Dios”. Y a este pedido “le da un fundamento un derecho constitucional: la libertad para profesar públicamente su religión”.

Por eso, afirman que “es reiteradamente urgida por los mismos fieles, quienes ven con cierta perplejidad la habilitación de otras actividades recreativas y culturales, mientras que ellos aún no pueden ejercer el derecho constitucional de reunirse para realizar en comunidad -y no solo de modo privado- los actos de su religión.” Así, “dan curso a este clamor haciéndolo llegar a quienes están más cerca del pueblo en sus cotidianeidades y problemas concretos: los intendentes”. Y lo hacen con una certeza: “Confío en que sabrá tener en cuenta lo razonable, justo y urgente de este pedido, que es el de un gran número de habitantes de nuestra querida localidad. Le pido que pueda manifestar este pedido al Sr. Gobernador con esa misma urgencia y diligencia. Los fieles así me lo piden”.

Esta presentación fue acompañada de un largo protocolo, de 7 páginas, en el cual se especifican "precauciones necesarias para celebrar misas y demás sacramentos". El mismo fue preparado, con asesoramiento profesional, por la Delegación Arquidiocesana para la Liturgia.
"¿Necesidad de salud integral o capricho de los curas?"
“Esta es la pregunta que muchos no creyentes suelen hacer cuando se plantea que es imprescindible a volver a abrir los espacios para que los entrerrianos puedan rezar juntos, en comunidad”. Y los sacerdotes les dicen a los intendentes que “no es un capricho”. “Por mi parte, tengo la seguridad -que procede de nuestra fe católica y del contacto directo con los fieles- de que el retorno cuidadoso y progresivo de las celebraciones en nuestros templos, será fuente de consuelo, fortaleza y esperanza para un gran número de creyentes en este tiempo complejo que nos toca afrontar”, se transcribe de la misiva. En este sentido, “en base a mi experiencia, estoy convencido de que celebrar nuestra fe comunitariamente y sin poner en riesgo la salud física de nuestra gente, redundará indudablemente en su salud integral: psicoafectiva, vincular y espiritual”, agregan.

“Recordemos que uno de los efectos no deseados de esta pandemia (del cual no se habla mucho) son los derivados del encierro y la soledad” sostiene antes de cerrar con una pregunta: “Rezar juntos ayuda en lo espiritual… y también en lo humano. Y queremos un pueblo feliz ¿no?”.
Fuente: El Entre Ríos / Catolicus

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