Consultado por la vuelta de las retenciones y si estas van a afectar las rotaciones de los cultivos, el ex presidente de la Sociedad Rural Argentina reconoció que se “trata de un mal impuesto”, y “seguimos pensando que no es bueno”, pero la “situación es diferente”. Indicó que el gobierno anterior quiso “quedarse con la renta del campo, poniendo la excusa de ganancias extraordinarias con la finalidad de quedarse con el producto del trabajo e inversión de cientos de miles de productores”.
Señaló además que, en el presente, se transformó en una “necesidad”, por la crisis que “está viviendo el país”. Esto “quiere decir que Argentina al no tener financiamiento tuvo que volver a implementar este mal impuesto”.
Acotó que a “diferencia de otras gestiones, esta vez, no es solo el campo el que le tiene que poner el hombro al país”, debido a que están “incluidos todos los que exportan como industrias y servicios”.
Dijo que las retenciones, acorde, al producto significan tres o cuatro pesos por cada dólar que “exporta”.