El perro, de cuatro años, gran contextura y un peso aproximado de 70 kilogramos, era propiedad del hijo de la fallecida.
Según indicaron fuentes del hospital, la agresión se produjo el viernes pasado, cuando la mujer y el animal se encontraban en el interior de la vivienda familiar, en la zona este de la ciudad.
Se desconocen las razones del ataque. Como resultado del mismo, la mujer -cuyos datos personales no trascendieron- quedó inconsciente y en ese estado fue trasladada al policlínico donde los médicos resolvieron la amputación del brazo dañado, aunque advirtieron que su vida corría peligro, dada complicaciones que aparecieron durante la intervención quirúrgica.
Con el correr de las horas su estado fue agravándose hasta que finalmente ayer a mediodía se produjo el deceso.
La directora del Instituto Municipal de Salud Animal, Diana Bonifacio, recordó que esa dependencia impulsa campañas de difusión pública para evitar que entre los rosarinos se extienda la tenencia de las llamadas razas peligrosas.
El perro agresor fue entregado a esa dependencia municipal.
