Burgos ha investigado el fenómeno desde 1969; ha recorrido campos de casi todas las provincias argentinas donde ha encontrado, según afirma, “centenares†de huellas producidas por supuestos descensos de objetos desconocidos. Su vinculación con el tema lo ha convertido en fuente de consulta de parte de los medios de comunicación y ha participado de programas de televisión como los conducidos por Susana Giménez y Alejandro Fantino.
En su informe, realizado gracias a la colaboración de Guillermo Cedrés y Marita Morales, de UfologÃa Gualeguaychú, se indica que “Gualeguaychú está posicionada en su provincia, como uno de los sitios top de apariciones OVNIS a lo largo del tiempo y con gran cantidad de huellas en sus camposâ€. Apenas Burgos recibió la información de que un vecino de Gualeguaychú habÃa descubierto un par de huellas en inmediaciones a su domicilio, convocó a Cedrés para que dé inicio a una investigación en el lugar: “De toda la pesquisa realizada en la zona, con dron incluido, como primer dato a resaltar, nos enteramos que dicho rastro no es fresco, sino que permanece allà desde principios del año 2000, es decir, hace nada menos que dos décadasâ€. Se trata de un sÃmbolo de infinito y de un cÃrculo perfecto, de 15,5 metros de diámetro.
Según testimonios de vecinos de la zona, “esta huella apareció una mañana frente al antiguo supermercado Norte (actual Carrefour), ubicado en calle Primera Junta y ruta 136â€. El informe destaca que algunos recuerdan que “por esos años, inclusive, un grupo de personas del barrio habÃa presenciado una noche, en la zona en cuestión el merodeo y descenso de una extraña luminosidad. Sea dicha anomalÃa nocturna o no la causante del rastro, los 20 años transcurridos no hicieron mella ya que no se deformó ni se cubrió por la vegetación del terrenoâ€.
El ufólogo Guillermo Cedrés se mostró asombrado por el hecho de que esas huellas hayan estado tan cerca de la ciudad durante tantos años y no haberlas visto antes. “Cuando fuimos, una de las personas que fue conmigo sintió náuseas estando dentro del cÃrculo. Quise tomar fotos y filmar con el dron y se me desconfiguró, se desmagnetizó el GPS y no pude volar; y la filmadora, una Go pro se me jodióâ€, relató. En ese sentido aclaró que en el lugar, si bien hay lÃneas de tensión, no son de alta sino de media y se encuentran a 300 metros. Otro detalle que llama la atención de Cedrés es lo que ocurrió con las brújulas: “Estando sobre el borde del cÃrculo mirando hacia el norte, la aguja se inclinaba hacia dentro del cÃrculo, mientras que, si nos parábamos dentro del cÃrculo, ocurrÃa al revésâ€.
Los ufólogos también llevaron buscametales y no lograron encontrar nada sobre la huella: “Si bien subÃa y bajaba la sensibilidad, era un pitido constanteâ€.
El descubrimiento
El 27 de julio, Samuel Moreyra salió a caminar con sus perros como lo hace todos los dÃas. Siempre pasa por Carrefour, pero toma por calle Magnasco en dirección a la ruta 136. Sin embargo, ese dÃa se le ocurrió llevarlos al campo que está al lado del supermercado para que corrieran y jugaron sin la correa.“Cuando llegué les saqué las correas, los perros jugaban entre ellos y corrÃan yo los seguÃa de atrás hasta que llegué sin darme cuenta al centro de un cÃrculo que habÃa en el medio del campo. En ese momento no pensé nada, lo miré asombrado por su perfección y traté de darle una explicación que no tuveâ€, detalló Samuel y mostró su asombro ante el detalle de que “todo el mundo pasaba sin darle importancia. Algunos sólo respondÃan ‘son de caballos’, pero no. No hay marcas de caballos sobre la huella, ni de rodados. Yo tengo conocimientos sobre naturaleza y no encontré cómo explicar esa marcaâ€, reflexionó.
“Después que salà del campo fui a casa a investigar un poco pero no encontré nada. Buscaba datos sobre enfermedad del suelo, cosas asÃ. Lo más curioso que encontré fue que mapeando en Google Maps me encontré con imágenes satelitales de muchos años atrás con el cÃrculo o marca. Y una curiosa figura de un ocho acostado o un infinito. Asà que bueno, decidà escribir a la Fundación Argentina de OvnilogÃa y a ellos le re interesó el caso. Rápidamente abrieron una investigaciónâ€, resumió.
El primero
En un artÃculo escrito por Gustavo Fernández para un medio local, en noviembre de 2016, se rescata que el 20 de noviembre de 1855 fue un dÃa muy particular en la ciudad de Gualeguaychú. Según el diario “Ecos del Litoral†del dÃa siguiente, en horas de la mañana numerosos vecinos vieron aparecer una “luz muy brillanteâ€, que a medida que pasaron los minutos definió su aspecto y forma. Su luminosidad no era eclipsada por el sol, sino, por el contrario, en tanto pasaba el tiempo se acrecentaba aún más.Un par de telescopios en poder de vecinos intelectualmente inquietos, permitió observar en detalle al objeto que -según relatan quienes exhumaron este curioso informe, el investigador local Carlos Atilio Rieger, el doctor José Brunetti y el señor Luis Luján, sobre archivos del Instituto Magnasco, de esa localidad- “adoptaba la forma de una medialuna en menguante, alrededor de la cual giraba un disco, como los anillos del planeta Saturnoâ€.
El extraño objeto continuó desplazándose por el cielo hasta perderse en el horizonte (lo que, teniendo en cuenta la baja construcción de entonces, permite suponer que la observación fue prolongada) y durante el resto del dÃa fue la comidilla del pueblo, dando lugar a las más extrañas especulaciones; desde quienes, con cierta formación cultural, lo suponÃan un extraño fenómeno atmosférico o astronómico, hasta quienes quisieron ver en él un signo profético de naturaleza religiosa.