En primer lugar se secuestraron seis mallas que se encontraban tendidas sobre el agua en un día no hábil para realizar la actividad, las cuales tenían más de 25 piezas capturadas, entre ellas dorados (especie protegida), tarariras y viejas del agua, procediendo a la liberación de las mismas al río.
El operativo culminó con el decomiso de un ejemplar de chancho jabalí muerto y depostado, constatando que los infractores llevaban consigo diferentes elementos para ejercer la actividad (visor térmico, cuchillos y linternas, entre otros).
Desde la brigada destacan la importancia del trabajo mancomunado entre ambas entidades, tendiente a evitar el ingreso por tierra y agua de personas ajenas a las áreas protegidas, quienes en muchas oportunidades utilizan el lugar como aguantadero para finalizar en el parque sin ningún tipo de autorización y perjudicando la fauna de la zona.