Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Las fuertes lluvias de hace una semana en Concordia desnudaron algunas falencias en las construcciones de viviendas y generaron alarma en el Colegio de Profesionales de la Ingeniería Civil, reveló el periodista José Luis Ballesteros.

El fenómeno ocurrido, que se denomina “microrráfaga”, con vientos de entre 80 y 120 kilómetros por hora, ocasionó severos daños y la preocupación pasa por los sistemas de construcción, como en sus controles o en las obras clandestinas sin la supervisión de un profesional y control del municipio.

Con las lluvias y las ráfagas del sábado 14 fueron varias las construcciones que sufrieron daños, ya sea voladuras de techos, marquesinas y carteles, además de cuantiosas caídas de árboles.

“Este fenómeno es uno más de lo que vienen ocurriendo. Ya hace algún tiempo venimos observando alguna magnificación de estos fenómenos. Vemos que la acción del viento sobre una determinada estructura hay que tomarla con seriedad para que no se produzcan este tipo de hechos, aunque hay que agradecer que no hubo ningún víctimas humanas”, manifestó Darío Vercesi, presidente del Colegio en la provincia.

En tanto que el presidente de la Regional Noreste, Alejandro Bessone manifestó: “Nos alertó a simple vista la falencia de varias estructuras. Llámese falencia en la calidad de la estructura, en el cálculo o ejecución de las mismas durante la construcción o finalización de la obras por parte de las autoridades locales”.

“El tipo de tormenta que se desarrolló es la denominada microrráfagas. Parte de una nube de tormenta en gran desarrollo y es como si de pronto bajara, como un baldazo de agua. Abarca un área delimitada de pocos kilómetros y el viento de este fenómeno en Concordia rondó los 100 kilómetros por hora. En Argentina nosotros tenemos la normativa, Cirsoc 102. Eso estudia las ráfagas para nuestra zona, por ejemplo en Concordia de vientos de “diseño” son de hasta 180 kilómetros por hora, con mayoraciones para cada caso particular. Algo estuvo mal, sino no debería haber habido fallas. No sucedió nada fuera de los parámetros estipulados, por lo que evidentemente hay falencias”, manifestó el ingeniero Alberto Fulladoza.

Para Bessone este tipo de fallas “pudo haber sido una estructura mal calculada, o bien calculada pero mal ejecutada. A eso le podemos sumar algún ahorro en economía de la estructura y eso ya sería mucho más grave”. Al mismo tiempo detalló que en el mundo existen varios corredores de tornados, “el primero en importancia se encuentra en la zona del Caribe y la Florida, luego en importancia, el segundo más importante del mundo está en nuestra zona, que abarca las provincias de Entre Ríos, Buenos Aires, Santa Fe este de Córdoba, Corrientes, mientras que el tercero está al sur de Asia”.

Y agregó que “el municipio debe hacer los controles que corresponden tanto en la documentación y hacer cumplir la documentación, pero el responsable final debe ser el profesional. Para eso estudió y por ello hizo el trabajo porque se pone en riesgo civil tanto al propietario, como a los vecinos o transeúntes”.

El ingeniero Vercesi también describió que “marquesinas y cartelería se vieron muy afectados. Todo lo que sobresale del volumen propio de la edificación sufre una magnificación por el coeficiente de presión de todos esos aditamentos que se le coloca al edificio, como puede ser carteles, antenas. Muchas veces fallan los anclajes. Una tormenta a 180 kilómetros por hora, que es la velocidad referencia para Concordia porque cada ciudad tiene una velocidad distinta, estaríamos hablando a un tornado de categoría EF 2 en una escala de EF 0 a EF 5”.

“La provincia le delega por Ley a los municipios la responsabilidad en los controles de las obras que se ejecuten dentro de su territorio. El municipio es un organismo de “contralor” y debe deslindarse de esa responsabilidad. Si bien tiene el poder de policía, de controlar que se ejecuten las obras tal cual dicen los planos y la responsabilidad cae sobre los firmantes del plano. Puede ser la empresa constructora, el profesional correspondiente, etc. El municipio debe exigir la documentación visada por el respectivo Colegio”, dijo Bessone.

También en relación a los “ríos” que muchas veces se forman en las zonas urbanas debido al escurrimiento del agua, el ingeniero Juan Manuel Sagasti sostuvo que “el casco céntrico está totalmente impermeabilizado con techos, viviendas, pavimentos y llega un momento en que los patios no infiltran más y todo lo que llueve escurre. Un buen proyecto hidráulico no debe inundarse”.

Al momento de hacer una evaluación de cómo está la ciudad en cuanto a obras, teniendo en cuenta el crecimiento de la población, manifestó: “Vemos falencias, no está presente el Estado en todo lugar, tanto en la obra pública, como en la obra privada. Es por eso que el Colegio busca que se registren las obras, donde profesionales estén actuando, con sus respectivas incumbencias. Hay obras específicas que son para los ingenieros. Todo lo que es infraestructura, llámese redes de cloacas, redes de agua, cordón cuneta, enripiado, pavimentos, caminos, rutas, autovías, puentes, son obras civiles y para ello están los profesionales”. Para Bessone, “el municipio debe exigir la documentación de cada obra con el visado del colegio correspondiente. Por eso viene nuestra preocupación cuando ocurren estos eventos”.
Fuente: Diario Uno

Enviá tu comentario