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"Mi primer contacto con el mundo del cine fue alrededor del año '65, cuando me vine de Colonia 3 de Febrero con mi madre a Villa Elisa y empecé a trabajar como canillita para tener mis primeras monedas, entonces así podía concurrir a lo que era el Cine Mitre para descubrir lo que era, porque ni sabía de qué se trataba el cine", recuerda sobre su descubrimiento del séptimo arte.

Referente al Cine Mitre, lugar donde funciona la biblioteca homónima, relata que "en ese tiempo los afiches de las películas se colocaban en el Club Progreso, en la Plaza San Martín y en la esquina de Urquiza y Estrada, además de la vidriera de la sala". Y sobre el paso del tiempo, reflexiona para El Entre Ríos que "ahora veo muchos matrimonios grandes que, cuando yo iba al Cine Mitre en mi infancia, apenas eran noviecitos. También hay una anécdota que, como mis amigos sabían de mi gran pasión por el cine, me dijeron en broma que un domingo a las 10 de la mañana iba haber una función, así que me instalé ahí un rato antes pero nunca apareció nadie".

Una vez que comenzó a concurrir a ese cine "después ya fue imposible dejar de ir porque era como mi segunda casa, sabía bien cuál sería la película que iban a proyectar el siguiente fin de semana porque pasaban lo que le llamábamos la cola, que ahora se le dice avance, además del noticiero Sucesos Argentinos. Se proyectaban películas como "Puente sobre el río Kwai", "Pampa bárbara", "La caja" y "Mi primera novia", que son inolvidables realmente porque era una época de esplendor con las salas siempre llenas", añora.

De la construcción a la demolición


"Mi amor por el cine se volvió incondicional, más aún cuando en la década del '80 apareció la televisión a color y las videocaseteras, la gente dejó de ir y el Cine Mitre se fue apagando hasta que finalmente en 1986 cerró", cuenta Omar Borcard con nostalgia.

Tras esa desilusión, "seguí una lucha formando un grupo para recuperarlo, que lo logramos en los '90 pero duró muy poco, porque lamentablemente la gente no acompañó en ese momento. A veces venía gente de Buenos Aires a exhibir alguna película que se estaba estrenando, pero ya no era lo mismo porque solo se podía usar la mitad de la sala, encima con un proyector que era un desastre". Con el amor que el cine le despertaba, comparte con El Entre Ríos que "un día dije que si la montaña no venía a mí, yo tenía que ir a la montaña: así empecé con la locura de construir una sala arriba de mi casa (en calle Hipólito Yrigoyen 1574) en noviembre del '96. Podía trabajar solo los fines de semana, que era cuando descansaba de mi oficio de albañil, así que recién estuvo inaugurada en junio del 2000".

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El terreno donde estaba construido este cine y su casa "era de mi madre y, después que ella falleció, mis hermanos quisieron venderlo, pero no les permitieron hacer una subdivisión para que yo me quedara ahí con mi señora, con mi casa y el cine. A raíz de eso, se vendió todo y el cine que había construido con tanto sacrificio fue a demolición en 2011, que fue un dolor tan grande que prometí nunca más pasar por ahí y solo pensaba en irme de Villa Elisa".

De la demolición a la construcción


"Después de un tiempo de pensarlo, decidimos quedarnos en la ciudad porque un familiar de mi señora le dijo que nos podíamos instalar en el lugar donde estamos ahora. Con los $35.000 que me habían correspondido del terreno vendido, empecé a construir mi nueva casa y por supuesto el nuevo cine, con mucha gente que me ayudó", evoca Omar Borcard sobre su hazaña.

Para contribuir con su sueño, "algunas personas me acercaban una bolsa de cemento, un vecino me regaló unas alfombras que ya no usaba y las aproveché para el revestimiento de la sala y fui reciclando muchas cosas del cine viejo, así que lo pude inaugurar de nuevo un 3 de junio y este año vamos a cumplir ya cinco años (en calle Alvear 942), con las 60 butacas originales del Cine Mitre". Durante el verano, "cierro algunas semanas porque hace mucho calor para que la gente venga y aparte aprovecho para hacer mantenimiento, pero ya varios me están preguntando que cuándo voy a abrir. En temporada, hay películas viernes, sábados y domingos, con entradas muy módicas para que todas las familias puedan venir. Solo paso películas originales que consigo en Buenos Aires".

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Un nombre para su cine y una coincidencia asombrosa. "Por la tremenda escoliosis que tengo desde hace años, antes iba a un médico que era de Buenos Aires pero atendía en Colón al principio y después en Villa Elisa, que mientras esperaba siempre hablaba con su esposa y, como sabía de mi pasión por el cine, me decía que tenía que ver la película "Cinema Paradiso", que casualmente nunca la había visto", da a conocer para El Entre Ríos. "Un domingo a la mañana sin querer vi que la estaban pasando en televisión y se me cayeron las lágrimas, así que ni bien empecé con la primera sala le puse "Cine Paradiso" porque surgió de esa manera. Sin querer, le puse ese nombre y años después se terminó repitiendo la historia de la película en mi cine con la demolición, algo que fue muy asombroso cuando caí en la cuenta", considera.

Con una historia de tanto sacrificio, "cuando me pongo a mirar para atrás es increíble, porque no sé de donde saqué tanta fuerza con una salud tan quebrada además, pero creo que a la fuerza te la da la pasión y el no defraudar, porque cuando me demolieron la primera sala podría haber dicho 'hasta acá llegué', pero no podía defraudar a los chicos que les había prometido que siempre iban a tener un cine y eso me dio fuerza para poder volver a levantarlo, yo no los podía dejar sin un cine y no me quedaba otra que volver a empezar".

Un cine en concreto


Así se llama la película documental que se encuentra en proceso de postproducción para ser estrenada próximamente, sobre la epopeya de Omar Borcard y su Cine Paradiso. "Hace unos ocho años, la cineasta entrerriana Luz Ruciello (de Concepción del Uruguay, radicada en Capital Federal) visitando casualmente Villa Elisa conoció la historia del cine y filmó un corto, hasta que surgió un concurso de historias en el Incaa (Instituto Nacional de Ciencias y Artes Audiovisuales) y resultó ganadora la mía, así que salió seleccionada para ser financiada para filmar una película", adelanta Omar, tan ansioso como emocionado y agradecido por este reconocimiento.
Fuente: El Entre Ríos (edición impresa)

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