A la Copa América de Ecuador 1993, Argentina llegaba como uno de los candidatos por haber mantenido, y fortalecido, la base que había obtenido el título en Chile dos años antes. Y en definitiva terminó cumpliendo con el favoritismo logrando el subcampeonato en el certamen continental, algo que no volvió a repetir hasta la actualidad, más allá de haber disputado otras cuatro finales, donde ante Brasil (2004 y 2007) y dos ante Chile (2015 y 2016).
Gabriel Batistuta, a esa altura el jugador más determinante que tenía el ciclo, anotó el gol del triunfo ante Bolivia en el debut. Triunfo ajustado, pero necesario, fundamentalmente porque luego llegarían dos empates 1-1: ante México (gol de Oscar Ruggeri) y Colombia (tanto de Diego Simeone).
La etapa decisiva comenzó en cuartos de final y el rival fue nada menos que Brasil, con quien también fue empate 1-1 (grito de Leonardo Rodríguez) pero la “Albiceleste” se impuso en los penales, volviendo a postergar el sueño brasileño, como en el Mundial ’90 y la Copa América ’91.
En semifinales Argentina volvió a cruzarse con Colombia y la historia fue similar a la de la ronda inicial: una parda, pero esta vez 0-0, por lo que el pase a la final los de “Coco” Basile lo consiguieron nuevamente desde los 12 pasos.
Tras cuatro empates en hilera, la Selección Nacional afrontó el cotejo decisivo frente a México, uno de sus rivales de la etapa inicial. Y con dos goles de Gabriel Batistuta, logró imponerse 2-1 para coronarse bicampeón, alcanzando su 14°, y por ahora última, Copa América.
En la final ante México, Argentina formó con: Sergio Goycochea; Fabián Basualdo, Jorge Borelli, Oscar Ruggeri y Ricardo Altamirano; Gustavo Zapata, Diego Simeone, Fernando Redondo; Néstor Gorosito; Gabriel Batistuta y Alberto Acosta.
También integraron el plantel: Luis Islas, Norberto Scoponi, Fernando Cáceres, Néstor Craviotto, Sergio Vázquez, José Basualdo, Darío Franco, Alejandro Mancuso, Claudio García, Ramón Medina Bello y Julio Zamora.