Al inicio –en el salón de actos de la planta alta- se leyó un escrito de Andrea Coppes, vicepresidente de la biblioteca, quien trajo al recuerdo que Ricardo Maxit “nació un 11 de febrero de 1936, en Colón, Entre Ríos. Sus padres fueron Ricardo Segundo Maxit y María Esperanza Esteva Berga. Eran tres hermanos”.
“Al regresar a Colón, ya recibido, se incorporó al estudio de abogados dirigido por su padre, en 12 de Abril 220”.
“Pasó por las aulas de la Escuela Normal República Oriental del Uruguay, teniendo a cargo la materia Instrucción Cívica”.
“Luego de un paso por la política local, en 1962 ingresó a la Biblioteca Popular Fiat Lux, siendo vocal, vicepresidente y ejerciendo la presidencia por 41 años”.
“En 1981 asumió el cargo de Ministro de Gobierno de la Provincia de Entre Ríos, desde donde impulsó la creación de la Federación de Bibliotecas Populares de Entre Ríos”, señaló en otro párrafo.
Más adelante, algunos de quienes oficiaron de oradores fueron Gastón Villanova por la Asociación Civil Comunidad Solidaria, los abogados Juan Manuel Tournourd y Gustavo Marcó, y su exalumna Dora Acuña.
También compartió sus vivencias en la biblioteca el docente Carlos Conte Grand y luego hizo lo propio el Ingeniero Raúl Peragallo, de Rotary Club Colón.
Desde El Entre Ríos, se recordó a quien fuese dueño y hasta el último día de vida editorialista del medio, por su “modo paternal y humano”, a la vez de reconocerle la independencia periodística que dejó como legado.
De su familia –compuesta por su viuda Graciela Marcó, 5 hijos (Ricardo, María, Sofía, Josefina y Alejo), 14 nietos y 6 bisnietos- fue su hijo mayor el responsable de dirigirse a los presentes.
“Tuvo una vida larga y muy plena. Luchó, amó, la pasó bien a veces y mal muchas otras, pero logró dejar una huella. El tiempo fue generoso con él, es cierto, pero bien que se ocupó de que valiera la pena. Era mi padre, pero además era mi amigo”, expresó Ricardo.
Tanto en el relato de cada orador como en la charla compartida antes y después de la ceremonia, se pudo reconocer en el homenajeado a un hombre de gran compromiso en todos los ámbitos en los que se desarrolló; generoso y apasionado; de carácter estricto y corazón sencillo.
“La llama de su talento seguirá iluminando”
Su viuda Graciela Marcó y el presidente de la comisión directiva Eduardo Viollaz, descubrieron la placa que de ahora en más dará a la bienvenida a los lectores que visiten la institución en la que prestó servicio durante 60 años.
La última oradora fue la Prof. Susana Delaloye, de quien pudo escucharse:
“La llama de su talento seguirá iluminando en su fábrica de luz, como el faro en la querida ciudad de sus desvelos. Y en tanto, aquí quedamos sus alumnos y sus amigos junto a sus familiares, para honrar su memoria, seguir su ejemplo, replicar sus enseñanzas, y por sobre todo admirar su tan clara concepción de ideales democráticos y republicanos”.
