A continuación, El Entre Ríos reproduce un artículo de divulgación que, este viernes, incluyó la Estación Experimental Concordia del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en su boletín semanal:
La sequía es un fenómeno temporal por el cual las precipitaciones son menores a las que normalmente se producen en una región determinada. Esto implica menor disponibilidad de agua en el aire (HR), en la superficie (reservas superficiales) y en el suelo (reservas subsuperficiales) y repercute directamente en el estado hídrico de las plantas.
Las extraordinariamente bajas precipitaciones de diciembre dejaron gran parte del territorio argentino bajo sequía. Especialmente la región litoral que sufrió sequía extrema.
Desde julio las precipitaciones siempre estuvieron por debajo de lo normal, la acumulación de estos déficits hídricos provocó una sequía que llegó a su punto más agudo durante diciembre y que para enero de 2022 hectáreas cumplido cinco meses y aún no ha terminado. Durante diciembre 2021 solo llovieron 2 milímetros, lo que significó un récord histórico para la serie de mediciones 1967-2021 de la EEA INTA Concordia.
Incendios en el noreste de Entre Ríos
Las anormales condiciones enunciadas anteriormente: lluvias escasas, muy altas temperaturas, baja humedad relativa ambiente, escaso contenido de humedad del suelo y plantas en estrés hídrico prolongado configuraron condiciones favorables para que se produjeran importantes focos de incendios en toda la región.El índice de riesgo de incendios Chandler Burning Index (CBI) estuvo por encima de moderado casi todo el mes de diciembre alcanzando valores extremos los últimos diez días.
Mediante el Índice Normalizado de Quema (NBR por sus siglas en inglés) se estimó una superficie quemada total de poco más de 6458 hectáreas, de las cuales 150,48 hectáreas fueron de alta severidad; 1316,79 hectáreas de moderada-alta severidad; 2081,34 hectáreas de moderada-baja severidad y 2910,24 hectáreas de baja severidad.
Los alrededores de Concordia, principalmente a ambas márgenes del arroyo Yuquerí Grande y con varios focos, concentraron la mayor superficie quemada: 1798,56 hectáreas. Probablemente por causas humanas ya sea por descuido o intencionalidad.