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El año 2020, reflejado en una foto de AFP
El año 2020, reflejado en una foto de AFP
El año 2020, reflejado en una foto de AFP
Una montaña rusa de desilusiones. De locura. De desazón. Y más. Eso fue 2020. Se acercan la Navidad y 2021, y no queda energía para los análisis más profundos o para los intentos de comprender por qué pasamos de vivir como vivíamos a habitar en este infierno de protocolos y predicciones apocalípticas.

Ahora bien, son pocas las diferencias entre este año y el próximo, más allá de las diferencias obvias marcadas por el calendario gregoriano. Si bien la cuestión del coronavirus seguirá dominando la escena, también habrá espacio para los conflictos políticos y sociales, y también para los problemas económicos. En este sentido, vale repasar qué ocurre con la cura de esta enfermedad y dejar preguntas abiertas sobre lo que pueda venir.
De la carrera espacial a la carrera por las vacunas: cepas, diferentes opciones y algo más
Si bien hubo varios intentos de instaurar miedo por la aparición de nuevas cepas de coronavirus a lo largo del segundo semestre, la que finalmente cobró resonancia fue la que se descubrió en Kent, al sur de Inglaterra. El país comandado por Boris Johnson estaría sufriendo una especie de boicot por parte del resto de la comunidad internacional, que no estaría dejando abrir los accesos para ir o volver del Reino Unido.

La segunda ola o, mejor dicho, un repunte de la primera, llegó a Europa hace varios días. El hablar de la nueva cepa solo sirve para aterrar aún más a la gente. Para la tranquilidad de muchos, el virus muta como cualquier otro. Por el momento, se cree que no aumenta ni el porcentaje ni el número de muertes (que a la larga es el indicador más importante). Por otro lado, un sector de la comunidad científica, que saltó a la fama como nunca, ya aclaró que es posible adaptar la vacuna a estas nuevas cepas rápidamente (algo así como una versión 2.0) y que lo más probable es que las dosis actuales, que serán distribuidas en el corto y mediano plazo, sirvan a pesar de las mutaciones.

Mientras tanto, las grandes potencias a nivel mundial avanzan en la confirmación de nuevas vacunas. El viernes fue aprobada en los EE.UU. la de Moderna, un desarrollador de vacunas estadounidense, que cuenta con una tasa de eficacia altísima (94,1%). Tanto esta como la del laboratorio Pfizer (que trabaja en conjunto con BioNTech) ya están en proceso de distribución y hasta fueron inoculadas en Israel, Europa y Estados Unidos. Varios países accedieron a las dosis generadas por ambos laboratorios. No fue el caso de Argentina, donde el gobierno sigue negociando los términos para que la población acceda a ellas.

Quienes también avanzan con el proceso de vacunación son los chinos. Sobran las teorías que acusan al Partido Comunista Chino de liberar la Quimera teniendo al Belerofonte en la otra mano. Es decir, de haber permitido que el virus se esparciese porque tenían una vacuna o algún tipo de solución a mano desde hacía rato. Eso lo sabremos en un futuro, o no. Lo único cierto es que las cifras oficiales de dicho país indican que desde hace algunos meses es el país con más vacunados, y con alternativas propias (Sinovac y Sinopharm).

Al mismo tiempo, el laboratorio AstraZeneca-Oxford, que aún debe esperar para que se haga uso de su vacuna, firmó un acuerdo de cooperación con el centro ruso Gamaleya, que fue el creó la vacuna Sputnik V ¿El objetivo? Mejorar el desarrollo e investigar sobre las nuevas cepas mutantes. Esto le sirve, y mucho, al gobierno ruso y a la comunidad científica de su país para legitimar su trabajo, luego de que se discutiese mucho una supuesta “falta de papeles” en las dosis que están por ser distribuidas. Resta aprobar la última etapa, pero se cree que en cuestión de días la Sputnik V ya sería inoculable. Más allá del exagerado e insólito fervor que genera ver un avión despegar, buscar mercadería y retornar (algo que parece extraordinario en estos tiempos, como en mayo lo parecía preparar una reunión virtual), en la mente de quienes se dicen oficialistas, Argentina sería uno de los primeros países en acceder a las dosis de la vacuna creada por Gamaleya.

¿Solucionan el problema del Covid-19 las vacunas? En el programa Corea del Centro, transmitido por Net TV, Fernando Polack, el infectólogo que se encarga de los ensayos de Pfizer en Argentina, auguró que la pandemia podría estar controlada en mayo si el proceso de vacunación es exitoso. Él y otros expertos han sido muy optimistas con respecto a los resultados obtenidos en los ensayos, y creen que es un milagro la velocidad con la que se dio el proceso de pruebas.
¿Qué esperar de la política sanitaria?
Por otro lado, varios gobiernos, funcionarios, figuras públicas, científicos, medios de comunicación, entre otros, insisten en cuidarse y en que la vacuna no soluciona todo. Desde Merkel y Macron hasta Fernández y González García, abundan los mensajes pidiendo y obligando a la gente a “cuidarse”. Más allá de los argumentos, el desafío de cara al año próximo para todos ellos será el ser rigurosos y criteriosos a la hora de proponer medidas preventivas. Sin lugar a duda, el accionar de los funcionarios públicos ha provocado mucho daño en 2020, al punto de que aquí y allá se violaron derechos constitucionales. Ahora que la información es más certera, que conocemos mejor los efectos del virus y que tenemos soluciones disponibles en el horizonte, se espera que se actúe de otra manera.
Arranca la Era Biden
El cambio de gobierno en los Estados Unidos puede alterar la balanza en las relaciones internacionales. Acuerdos climáticos, nucleares, o comerciales son algunas de las medidas que se esperan. Países como China o Irán, que estuvieron en las antípodas de la gestión de Trump, esperan poder acercarse y dialogar con Biden. Pero no son los únicos: los socialdemócratas europeos creen que la relación en Occidente, entre el nuevo mundo y el viejo mundo, se mantendrá fuerte si Trump queda fuera de escena.

Más allá de los intentos que ha hecho por demostrar que hubo fraude en las elecciones, de los reclamos judiciales y demás iniciativas, pareciera que Donald Trump abandonará la Casa Blanca en menos de un mes. Su labor en política internacional deja la vara muy alta en algunas cuestiones, como la estabilización en Medio Oriente a través de los acuerdos de paz entre Israel y países árabes o como la calma en las relaciones con el dictador norcoreano, por dar algunos ejemplos.

¿Qué deben hacer Argentina y el resto del mundo? El entusiasmo que genera en algunos la salida de Trump es infundado. Sobre todo cuando la crítica se basa en el discurso o en la manera de hablar que tiene el magnate. A la hora de analizar la estrategia de Biden y los suyos, algo clave para no perder terreno en la escena internacional, habrá que enfocarse más en observar sus acciones y no en si los discursos siguen la línea de “prender velas sí, guerras no”.
Venezuela: un hastío sin fin
Venezuela sufre como pocos países la pandemia, tanto en términos sanitarios como económicos. Entre tanto sufrimiento, la gente espera soluciones en el campo político. ¿Asumirán los nuevos miembros de la Asamblea Nacional en enero? Las elecciones, ilegítimas e impopulares (solo participó el 30% de la población), servirían para que el chavismo recupere la mayoría en el único poder político que no controla. Sera cuestión de sentarse a observar los próximos movimientos de una oposición demasiado inofensiva y funcional a la desastrosa revolución bolivariana, pero que puede revertir el historial.
Israel: el Knesset en llamas
Ya sin Trump en el gobierno estadounidense, Israel se vuelve a refugiar en su mejor aliado: Dios. A su vez, sufre la inestabilidad política. Están por llegar las cuartas elecciones en dos años. Las diferencias entre los líderes de derecha y centro llevarían a que se disuelva el gobierno y que sea necesario formar uno nuevo. Es cierto que esto puede ocurrir en un sistema parlamentario, pero la gente ya no está de humor para votar ¿Netanyahu mantendrá un número de bancas considerable? ¿Logrará formar una coalición que pueda gobernar? Nuevamente, es mejor no decir qué ocurrirá sino más bien esperar los resultados y allí, sí, expresar lo que uno espera de un futuro gobierno.

Como cualquier otro país, Israel sufrió en este 2020. Es de los países privilegiados, que ya está en un acelerado proceso de vacunación. Abundan las esperanzas para retomar la vida pre-pandemia en la Tierra Prometida, pero habrá que ver si la política anula las potenciales alegrías.

Aquí hubo espacio para recorrer algunas de las cuestiones claves de 2021, aunque no todas. Para los argentinos, es vital siempre observar los jardines de los vecinos: cómo se desarrolla el proceso de la creación de una nueva Constitución en Chile; cómo evoluciona el gobierno de Bolsonaro en un país tan ambivalente como lo es Brasil; cómo termina la crisis política en Perú; cómo gobernará Luis Arce en Bolivia; etc.

Se retira un año olvidable para historia de la humanidad. Si bien hay confianza en que la pandemia deje de carcomernos la cabeza, son pocos los privilegiados en este mundo que dejarían de tener problemas una vez que ello tenga solución. La lucha política avanza. Siempre hay nuevos desafíos esperando en la puerta, lo que no nos permite ser demasiado optimistas.
Fuente: El Entre Ríos

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