¿Quién quiere agarrar ese fierro caliente? Por lo pronto, el actual Presidente, Lenín Moreno, no tuvo oportunidad de ser reelecto, pues su figura rozaba el 80% de imagen negativa. El distanciamiento con Correa, de quien había sido Vicepresidente entre 2007 y 2013, la enorme tensión con el correísmo desde que asumió en 2017, el desafío planteado por la pandemia y la necesidad de implementar un ajuste fiscal lo llevaron a enfrentarse con muchos sectores de la sociedad.
De todas maneras, sobraron candidatos: 16 en total, aunque serían 4 los más determinantes. Correa tampoco podía participar, debido a los procedimientos legales abiertos en su contra. No pudo siquiera presentarse como candidato a Vicepresidente, en lo que hubiese sido una imitación de la jugada ejecutada por Cristina Fernández en 2019. Mientras tanto, se mantiene exiliado en Bélgica.
Aun así, tiene a su candidato: Andrés Araúz, quien fue ministro de su gabinete en su segunda gestión. Al igual que varios de los líderes de la famosa Patria Grande, en referencia a los líderes populistas de izquierda que dominaron la escena en Latinoamérica entre 2002 y 2017, Correa se ve obligado a recurrir a un vicario que replique su modelo, en caso de lograr vencer en el balotaje. Araúz obtuvo poco más del 32% de los votos. No le alcanzó para vencer en primera vuelta, y ello podría suponer un problema para el correísmo.
Los otros candidatos de renombre eran Yaku Pérez, Guillermo Lasso y Xavier Hervas. Lasso, banquero, empresario, líder del partido CREO, había sido candidato en 2013 y en 2017, finalizando en segundo lugar en ambas ocasiones. En términos generales, representa a la centroderecha y a los sectores más liberales y conservadores de la sociedad. Yaku Pérez, de la organización política Pachakutik, alza las banderas de los movimientos indigenistas, ecologistas y tiene una formación política, habiendo sido prefecto de una provincia ecuatoriana, además de ser abogado con máster en derecho ambiental. Hervas, el más outsider de los 4 candidatos más populares, parecía ser el elegido de la juventud y la clase media urbana, que tiende a preferir la izquierda democrática y progresista.
¿Qué porcentaje de los votos se llevó cada uno? Si bien los números definitorios aún no están, los resultados serían los siguientes: 20,07% para Pérez, 19,49% para Lasso y 15,97% para Hervas, quien logró obtener mucho apoyo en poco tiempo. El porcentaje restante se lo repartieron entre los otros 12 candidatos. Con estos números, hay segunda vuelta en Ecuador. En principio, entre Araúz, quien por ahora ve a todos desde arriba, y Yaku Pérez, que hasta el momento le gana la pulseada, por muy poco, a Lasso.
El balotaje es un capítulo aparte. El objetivo, en la teoría, es que el diablo no asuma el poder. En esta instancia, y sobre todo en Ecuador, el voto estratégico, de connotación negativa, juega un rol importantísimo. La polarización entre el correísmo y sus detractores puede hacer estragos en las ilusiones de Araúz, quien pareciera destinado a padecer el voto anti-Correa.
Ahora bien, ¿la oposición está dispuesta a unirse para vencerlo? Ricardo Paz Ballivián, sociólogo, describió muy bien la situación en este artículo. En resumidas cuentas, decía que el campo de lo nacional y popular se repartía entre Araúz, Pérez y Hervas, mientras que Lasso acarreaba al ala más conservadora de la sociedad. La conclusión era la siguiente: el resultado del balotaje depende de quién es el contrincante del delfín de Correa.
De ser Lasso quien termine segundo, dice Paz Ballivián, difícilmente logre el reconocido banquero captar el apoyo necesario de parte de los votantes indigenistas que siguen a Pérez, o el de los sectores progresistas que decidieron votar a Hervas en la primera vuelta. Diferente es si se confirma el segundo puesto de Yaku Pérez. Primero de todo, porque la gente de Hervas lo votaría más a gusto que a Lasso. Segundo, porque los votantes de Lasso lo ven como la opción menos mala – de hecho, Lasso ya anticipó que lo apoyaría de ser Pérez el contendiente en el balotaje. Es cierto que hay enormes diferencias entre Lasso y Pérez, pero ambos son detractores de Correa y del “socialismo del siglo XXI”.
La combinación entre los votos propios y los provenientes de la lógica negativa, como bien describía el reconocido analista político Felipe Noguera en una entrevista para El Entre Ríos, dejan bien parado a Yaku Pérez para la segunda vuelta. En cuanto al porcentaje restante de los votos que se repartieron entre los demás candidatos (14% aproximadamente), también corren bajo la lógica del anti-correísmo y la sensación del ciudadano de votar al menos malo.
Dentro de dos meses se define al futuro Presidente de Ecuador. Los candidatos tienen la difícil tarea de captar el apoyo de los que no pertenecen a su núcleo y deben evitar cometer errores, en sus acciones y discursos, que los lleven a perder el voto estratégico. Más difícil será la tarea que tendrán si ganan, ya que deberán lidiar con un país que enfrenta múltiples crisis y trabajar con un Poder Legislativo altamente dividido. Cómo lograrán hacerlo está por verse.
