“Practicar el distanciamiento social”, nos recomiendan. “Yo me quedo en casa”, se lee en las redes sociales y repiten los famosos para generar consciencia. Los comercios cierran, las clases se vuelven digitales en el mejor de los casos o se suspenden en el peor, y la circulación se hace mínima. Y poco a poco, lo que era normal deja de serlo. Se impone la auto cuarentena. Quizás todavía lejana para algunas provincias, quizás ya muy avanzada para otras como Chaco donde se cerraron sus fronteras.
Lentamente, frente a los casos que se detectan, los países cierran las fronteras. Se busca “aplanar” la curva de contagios, sí, ya nos hemos vueltos expertos en el tema. Sabemos todo sobre las capacidades de nuestro sistema sanitario y los del resto del mundo. Pero, aunque pareciéramos estar hiper informados, la realidad es que no sabemos mucho.
Es que son pocos los que han vivido una situación similar. Algo se vivió con la gripe aviar, pero no fue tan fuerte como ésta. Es con este coronavirus que vemos como Europa se cierra, Estados Unidos se cierra, y nosotros nos cerramos.
¿Hasta cuándo nos preguntamos? ¿18 meses? Parece una locura pensarlo. No nos cabe en nuestra imaginación. Y sí, el miedo muchas veces nos agarra. Porque en este contexto se da justamente eso, eso que se define como miedo que es el temor a una situación o algo que no se conoce. Y de esto muchos no conocemos.
¿Qué podemos entonces hacer? Personalmente, he escuchado todo tipo de cosas, como practicar meditación, encontrarle la vuelta al estar todo el día en casa, organizar videollamadas con amigos y hasta brindis digitales por un cumpleaños. También me aconsejaron no informarme. Tantas cosas. Todavía, no encontré mi receta.
Sí me quedo con las experiencias de otros, los más grandes, que hoy son los principales vulnerables de este COVID-19. Es entonces que escucho a mis abuelos que vivieron varias de estas. Y que como dice el dicho, siempre que llovió paró. Será lo mismo entonces con este “enemigo invisible”.
Mantener la calma es difícil. Amoldarnos a esta nueva realidad también. Sin embargo, es posible. Y el mundo de hoy está más preparado seguramente en cuanto a los entretenimientos en casa que las generaciones anteriores que han atravesado pandemias similares.
Hoy son 97 los infectados. El número crece día a día. Pero no nos alarmemos. Sino que actuemos con responsabilidad. Ese fue el mensaje de nuestros amigos italianos en ese video donde nos decían que éramos nosotros en 15 días sino hacíamos nada. No nos tocó ser los primeros, actuemos con responsabilidad. Gracias a las tecnologías actuales podemos enterarnos sobre qué no hacer. Aprovechemos esta suerte. Y actuemos con responsabilidad. Que el miedo no nos paralice. Por lo menos yo elegí este camino. ¿Me siguen?
