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El poder de lo simple
El poder de lo simple
El poder de lo simple
En distintas reuniones y encuentros tanto con funcionarios públicos como empresarios y emprendedores se reiteran los comentarios sobre las enormes dificultades que sufren por no poder visualizar un razonable escenario futuro.

Fenómenos como la pandemia y su impacto en el sentido de la vida, los conflictos bélicos, los impactos climáticos, las crisis financieras, son algunos de los factores que contribuyen a la imposibilidad de planificar sobre una realidad imaginable.

En particular en un país como el nuestro, absolutamente fuera de toda lógica, imaginar escenarios probables es como creer en los Reyes Magos o en Papa Noel, por lo que me permitiré plantear la necesidad de tomar distancia de la irracionalidad diaria y focalizarme en cómo transitar esta etapa por el camino que nos permita en primer lugar permanecer y después de ser viable, desarrollarse.

Desembarazarse de una complejidad incontrolable es tal vez el mayor desafío para quienes tienen la responsabilidad de conducir o liderar. La complejidad no debe admirarse, debe evitarse.

“EL ORDEN Y LA SIMPLIFICACIÓN SON LOS PRIMEROS PASOS HACIA EL DOMINIO DE UNA SITUACIÓN”. Thomas Mann

La forma de superar la complejidad es intentar ser simple, simplificar los distintos procesos, las tareas y herramientas con las que pretendemos cumplir con nuestros objetivos.

En este sentido compartiré cómo aplicar el concepto de SIMPLE en algunos procesos de cualquier organización.

Estrategia:

Evite grandes definiciones estratégicas, muchas veces alentadas por consultorías o gurúes que nos quieren convencer de la necesidad de formular complejas estrategias.

Concéntrese en conocer y potenciar cual es el diferencial de sus productos y/o servicios para sus clientes o potenciales clientes, siempre en relación con la competencia. Para ello no se requiere ningún modelo o metodologías complejas. Supere el temor a pensar, no se deje avasallar por la complejidad, si no puede definir su diferencial solo le quedará como alternativa vender a un menor precio y probablemente desaparecer.

Es necesario conocer cuáles son los procesos claves de los clientes para poder contribuir con nuestro diferencial al éxito de estos, es entender de modo simple como agregamos valor a sus propósitos. Concéntrese en el cliente para definir su estrategia.

Tenga presente que los clientes no tienen dueños, ellos nos eligen y por esa razón es tan importante que conozcan nuestro diferencial y esto depende exclusivamente de nosotros.

Estructura Organizativa:

No malgaste sus recursos en estructuras complejas y rígidas, recuerde que a mayor cantidad de niveles jerárquicos menores índices de eficacia y eficiencia (menor productividad) Cada eslabón en la cadena de jerarquías es un potencial cuello de botella, los conflictos de poder se multiplican. Simplifique la estructura y los procesos que deben concentrarse en como hacer para que los clientes nos elijan.

También es válido para todas las instituciones públicas que deben prestar un servicio a la comunidad, en Salud, en Educación, en Seguridad, que, en el caso de Argentina, con raras excepciones, olvidan su sentido de ser y se convierten en refugio de inoperantes y de favores políticos.

En este sentido me permito recordar la definición del Canciller alemán social demócrata Willy Brandt

“TANTO MERCADO COMO SEA POSIBLE, TANTO ESTADO COMO SEA NECESARIO”

Información:

Uno de los desafíos más difícil de resolver es la administración de la información, la invasión de mails, de informes de todo tipo, (económicos, cámaras empresarias, tecnología, marketing y de las propias actividades operativas) adicionalmente sume los WhatsApp y los llamados telefónicos que no solo nos pueden frustrar por la imposibilidad de responder sino que en muchos casos terminan afectando nuestra salud.

Defina qué es importante para su gestión y priorícelo, tenga el coraje de eliminar todo aquello que no responda a sus objetivos, delegue lo que otros pueden hacer por usted, exija a sus colaboradores lenguaje y escritura simple, no acepte las palabras difíciles o de moda y en todos los casos que sean breves, desarrolle en sus colaboradores capacidad de síntesis.

Afirmaba Albert Einstein:

“SI NO PUEDES EXPLICARLO DE FORMA SIMPLE, ES PORQUE NO LO ENTIENDES SUFICIENTEMENTE BIEN”

Planificación:

No planifique más allá de un año, la vieja costumbre de planificar a 3 y 5 años es un despilfarro de recursos, incluso en muchos casos deberá revisar en períodos más cortos su planificación. Los factores que enunciamos al inicio de la columna y que impactan en nuestra existencia son cada vez más frecuentes. Asuma que los objetivos se deben adaptar a las condiciones cambiantes que no podemos gobernar. Defina una dirección a seguir flexible y adaptable a las circunstancias.

Nada de lo antes expuesto se podrá hacer sin sentido común, acepte lo obvio, es la realidad la que nos condiciona, no nuestras emociones o nuestros deseos.

“TRABAJAR MÁS NO ES IGUAL QUE TRABAJAR MEJOR”

Utilice el sentido común y no tenga temor a pensar, las grandes soluciones siempre se han caracterizado por ser simples.
Fuente: El Entre Ríos

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