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"¡Tranquilos chicos! Son Genios, nos hicieron disfrutar, emocionar, llorar, reírnos, nos hicieron que sigamos amando a este deporte y a la Selección Argentina de Básquet. Todos vamos a estar eternamente agradecidos por este gran torneo. ¡Vamos los Pibes!", de Andrés Nocioni, integrante de la llamada Generación Dorada en Twitter.

El domingo a la mañana muchas personas se levantaron para poner el partido. Jugaba la selección. No la de fútbol, que es la que suele despertar pasiones multitudinarias, sino otra, la de básquet, un deporte que durante los años ha crecido y ganado adeptos y que el domingo se convirtió en pasión de multitudes. Se jugaba la final.

No se alcanzó la victoria soñada del campeonato. España fue sólida y nos dejó afuera con un 95-75 pero igualmente los jugadores argentinos se fueron con la frente en alto y una parte del sueño se cumplió: llegaron hasta la última etapa dando todo de ellos y con un gran juego. Luis Scola, con 39 años y una trayectoria impresionante, fue un titán en el torneo para sacarse el sombrero.

Hace 11 años, en Viena, Luis Aragonés, entrenado de la selección española, le decía al equipo para alentarlos en la final: "Del subcampeón no se acuerda nadie". No obstante, estaba equivocado. Porque de esta selección argentina que llegó hasta el final, consiguiendo importantes y contundentes victorias como contra Francia, no se olvidará nadie.

No se trata de conformarse con un segundo puesto sino de reconocer el trabajo inmenso de un grupo de personas que se fueron con el honor intacto. El campeonato les hubiese dado quizás más cobertura entre quienes no lo siguieron de cerca y sólo se sumaron para la final, pero no en aquellos que lo siguieron desde el principio y vieron paso a paso como superaron cada etapa. Y lo más importante, pudieron ver su juego.

Las finales muchas veces se parecen a exámenes. Uno puede haber estudiado todo, haber trabajado día a día para alcanzar el 10, y en la redacción algo no nos quedó claro y nos retiramos con un 9. ¿Trabajo perdido? ¿No es un buen resultado el obtenido? Parecería más insensato el que piensa que no lo es.

El examen es un momento, un lapso. Pero los procesos que nos llevaron a este es lo que cuenta. Cuando las bases están sólidas y uno las construye con cuidado no importa que el resultado final no sea un 10, importa el camino recorrido. Y sí continuamos manteniendo esta manera de trabajar el 10 va a llegar solo la próxima. Lo importante es saber reconocer el trabajo hecho.

Esta selección demostró tener sólidas bases. Scola, por su experiencia y trayectoria, fue el más renombrado pero todos hicieron posible lograr el plata (desde Facundo Campazzo, elegido como el mejor jugador de la selección nacional en la final pasando por cada uno de los 12 que integraron el plantel como Nicolás Laprovittola, Gabriel Deck, Patricio Garino, Marcos Delía,Luca Vildoza, Nicolás Brussino,Máximo Fjellerup, Tayavek Gallizi, Agustín Caffaro, y Lucio Redivo, hasta llegar al entrenador Sergio Hernández y todos sus colaboradores).

Ahora, continuarán trabajando y haciendo lo que tanto les gusta: jugar al baloncesto. Y manteniendo esta estructura un día volverá a llegar el oro. Pero siempre recordemos que eso no es lo más importante sino el trabajo realizado. Felicitaciones a este gran equipo.
Fuente: El Entre Ríos Edición Impresa

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