El 26 de abril de 1986 a las 01.23 horas se produjo la explosión de la planta nuclear localizada en Ucrania, a 3 km de la ciudad de Prípiat, a 18 km de la ciudad de Chernóbil y a 17 km de la frontera con Bielorrusia. En ese entonces, este país formaba parte de la ex Unión Soviética y por tanto del sistema comunista de la época.
En un primer momento, se intentó silenciar el accidente, intentando que nadie se enterara de lo sucedido. Sin embargo, los altos niveles de radiación empezaron a sentirse en otros países y el mundo entero conoció el desastre natural.
Igualmente, los ciudadanos tardaron 3 días en ser evacuados habiendo sido ya expuestos durante muchas horas a altos niveles de radiación. 32 fueron los muertos directos por el accidente, pero el número de indirectos no se conoce con precisión. La Organización mundial de la Salud habla de 90.000.
A partir de estos hechos, HBO ha creado la serie de nombre homónimo. Si bien se basa en lo sucedido, como toda ficción, fue retratada con la mirada de sus creadores.
Hoy, es la serie de televisión mejor calificada de todos los tiempos en el sitio web de IMDb junto con 9,6/10 puntos, y a pesar de las críticas recibidas sobre el retrato de varios personajes involucrados durante la tragedia, este drama logra retratar qué significa un accidente nuclear mal manejado. Pone en imágenes lo que no imaginamos y a su vez, nos deja enseñanzas.
Para empezar, la aparente negación del accidente por parte de quienes tuvieron primera noción de lo que había sucedido. Seguido de una reunión masiva donde un conjunto de personas de mando se pone de acuerdo en sitiar la ciudad: nadie debe salir de aquí. Además, la falta de un protocolo de emergencia o de su cumplimiento en caso de que hubiese existido no puede ni debería pasar en estas situaciones.
A su vez, la comunicación debe ser clara y efectiva en este tipo de sucesos. No se puede mantener a la población a ciegas. Las personas deben saber qué es lo que está pasando y se debe proceder a su pronta evacuación.
Igualmente, las poblaciones cercanas deberían recibir educación sobre cómo reaccionar frente a este tipo de sucesos. Ellos tendrían que estar al tanto de los peligros a los que están expuestos y las medidas que deberían tomar en caso de producirse un accidente. De forma quizás burda la serie muestra una población que se acercó a ver el incendio de una planta nuclear en vez de tomar recaudos frente a estos hechos. La preparación para el desastre no parecería haber estado presente según el relato que se hace en pantalla.
¿Por qué es tan importante que se enseñe sobre estos temas? Porque sólo así nos podremos defender en el caso de que se suceda un accidente de este tipo del riesgo menos pensado: que nos quieran ocultar información poniendo en peligro nuestra vida.
La serie de HBO expone de una forma muy dramática las consecuencias de tener a las personas sin conocimiento de lo que está sucediendo a su alrededor. Sin embargo, así sucedió de forma trágica en 1986 y hoy en menor o mayor medida continúa sucediendo con diferentes temas.
Quizás para algunos televisar este tipo de tragedias no sirva para nada o genera que se exponga una visión sobre el tema que se universaliza sin dar lugar a otras perspectivas. Pero no hay dudas que deben existir. Hoy hablamos de un accidente nuclear, quizás mañana estemos viendo ficcionado otro tipo de tragedia. Triste realidad, peor aún si se la ignora.
