Es cierto que debemos admitir que nos proponíamos ocuparnos hoy del esperpéntico estado de la flamante ruta provincial 38, que une San Salvador con Ubajay, situación que ya hemos denunciado con anterioridad, pero que en estos momentos parece estar amenazando agravarse, contexto que haría necesaria la apertura de otro sumario administrativo como el ya abierto, vinculado con fallas parecidas, e incluso menos graves, a las existentes en la ruta provincial 23, tramo Jubileo-Villa Elisa. Y si decimos más grave es porque en el caso de la ruta 38 no solo se asiste a la existencia de pozos en una ruta nueva, y a un desgranamiento de la capa asfáltica de la misma, que es lo que lleva precisamente a que los pozos aparezcan, sino que se da una situación grave no solo por lo que significa en sí, sino por lo curiosa, cual es que se observa lo inimaginable, que el emparchado de esa capa -los que son numerosos- en lugar de eliminar los pozos definitivamente, dan origen a la aparición de otros en el interior del sector emparchado, de manera que lo que se construyó en apariencia deficientemente, se repara de una manera evidentemente peor.
Pero a decir verdad, todo lo que hasta aquí hemos puesto de manifiesto se ha convertido en una extensa digresión introductoria. Ya que a lo que queríamos referirnos es en realidad al proyecto de construcción del tramo Pronunciamiento - 1° de Mayo - Villa Elisa al que precisamente como hemos visto tan poceado, y como consecuencia de ello tan vapuleado.
Mientras tanto en lo que respecta a ese tramo, lo que queremos es no hacer hincapié respecto a un aspecto en que seguramente alguno de nuestros lectores está pensando -como por nuestra parte ya lo hicimos-, cual es de preguntarse si en lugar de iniciar la construcción del nuevo tramo de esa ruta, no sería mejor reparar el nuevo el tramo referido, que enlaza Jubileo con Villa Elisa. Es que lo que queríamos destacar, en forma positiva, es la feliz ocurrencia de haber convocado a una reunión informativa acerca de las características de la obra para los vecinos de los inmuebles rurales por los que esa ruta pasa y a la vez vincula, por parte de las autoridades del ente vial provincial. El objetivo de la convocatoria queda claramente explicitado en el texto de la invitación que Vialidad ha cursado a los vecinos, donde se da cuenta que el objeto de la misma -mal a nuestro entender calificado de consulta- es el de “poner en conocimiento de vecinos, usuarios e interesados, los detalles referidos a las características del proyecto y sus implicancias ambientales y sociales”.
Y si señalamos que esa convocatoria la consideramos mal calificada de consulta, ya que en su caso el propósito era el de informar, independientemente de que se escucharan en la ocasión opiniones de los vecinos acerca de aspectos del trazado o de detalles constructivos de la obra. Es por eso que cuando nos enteramos de la convocatoria ingenuamente nos preguntamos acerca de la necesidad de consultar sobre la realización de una obra, cuando ya puede descontarse que la respuesta va a ser afirmativa. Algo que, ya contando con el texto de la invitación, su sentido quedó aclarado, comprendido y encontrado positivo.
De cualquier manera, teniendo en cuenta la mala experiencia que se ha tenido en el caso de la construcción del tramo anterior, cabría preguntarse acerca de la posibilidad que las municipalidades o juntas de gobierno de las localidades vinculadas con esa obra, tuvieran la posibilidad de poder ejercer alguna forma de control que asegure la observancia de buenas prácticas en los trabajos que esa construcción exige.
