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Nos estamos refiriendo a los trabajos y a los días de una joven sueca, más precisamente de Greta Tintin Eleonora Ernman Thunberg nacida en Estocolmo el 3 de enero de 2003, lo que significa que tiene en estos momentos entre quince y dieciseis años de edad, y que se ha convertido ya en una de las personas más notorias de la actualidad, por haber llevado su mensaje hasta la Asamblea General de las Naciones Unidas, luego de un viaje desde su Suecia natal a Nueva York utilizando un velero; circunstancia explicable por la fobia que le producen los viajes en aeronaves, por sus efectos contaminantes en la atmósfera, algo que la pinta de cuerpo entero.

La crónica periodística refiere que el 20 de agosto de 2018, Thunberg, que entonces estaba en noveno grado, decidió no asistir a la escuela hasta las elecciones generales de Suecia de 2018, realizadas el 9 de septiembre, tras la ola de calor y los incendios forestales.

Según las mismas fuentes, su demanda fue que el gobierno sueco redujera las emisiones de carbono con base a lo establecido en el Acuerdo de París, por lo que decidió protestar sentándose en las afueras del Riksdag todos los días durante la jornada escolar, junto con un cartel que decía, obviamente en sueco “huelga escolar por el clima”. Después de las elecciones generales, Thunberg continuó protestando cada viernes, lo cual llamó la atención a nivel internacional e inspiró a jóvenes estudiantes de todo el mundo a participar en huelgas estudiantiles. Desde diciembre de 2018, más de 20.000 estudiantes realizaron manifestaciones en más de 270 ciudades en varios países, incluyendo Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Japón, Países Bajos, Reino Unido, Suiza y en América —Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Estados Unidos, México y Uruguay. En Australia, miles de estudiantes inspirados por Thunberg, decidieron protestar los viernes, ignorando las palabras del primer ministro por las que pedía “más aprendizaje en las escuelas y menos activismo”.

El viernes 15 de marzo de 2019 tuvo lugar una nueva oleada de huelgas estudiantiles por todo el mundo y de manifestaciones para pedir medidas efectivas que detengan el cambio climático, siguiendo la convocatoria mundial del “Viernes por el Futuro”, promovido por ella.

En diciembre de 2018, ofreció un discurso ante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2018, celebrada en Polonia lo que le dio notoriedad en todos los medios, circunstancia que también explica que en marzo de este año fuera nominada para el Premio Nobel de la Paz por un grupo de parlamentarios noruegos.

Como activista, se destaca su participación en la manifestación Rise for Climate («En pie por el clima») en las afueras del Parlamento Europeo en Bruselas y la Declaración de la Rebelión organizada por el movimiento Extinction Rebellion en Londres.

En su discurso pronunciado en la referida Conferencia sobre cambio climático llevada a cabo a fines del año pasado, vino a dar una explicación valiente y cruda de su postura.

Es así como en la oportunidad señaló que “Mi nombre es Greta Thunberg. Tengo 15 años. Soy de Suecia. Hablo en nombre de Climate Justice Now…. Ustedes solo hablan del crecimiento económico verde y eterno, porque tienen demasiado miedo de no ser populares. Solo hablan sobre seguir adelante con las mismas malas ideas que nos metieron en este desastre, incluso cuando lo único sensato que pueden hacer es poner el freno de emergencia. No son lo suficientemente maduros para decir las cosas como son. Incluso esa carga nos la dejan a nosotros los niños. Pero a mí no me importa ser popular. Me preocupo por la justicia climática y por el planeta …. Nuestra biósfera se está sacrificando para que las personas ricas en países como el mío puedan vivir de lujo. Son los sufrimientos de muchos los que pagan por el lujo de unos pocos (...) Ustedes dicen que aman a sus hijos por encima de todo, pero les están robando su futuro ante sus propios ojos. (…) Necesitamos mantener los combustibles fósiles en el suelo y debemos centrarnos en la equidad. Y si las soluciones dentro del sistema son tan imposibles de encontrar, tal vez deberíamos cambiar el sistema en sí mismo. No hemos venido aquí a rogar a los líderes mundiales que se preocupen. Nos han ignorado en el pasado y nos volverán a ignorar. Nos hemos quedado sin excusas y nos estamos quedando sin tiempo. Hemos venido aquí para hacerles saber que el cambio está llegando, les guste o no. El verdadero poder pertenece a la gente. Gracias.”

Como dato no despreciable computable debe añadirse que Greta es una joven que ha logrado superar una enfermedad congénita, cual es el síndrome de Asperger (SA) un trastorno neurobiológico, conjunto de características mentales y de conducta que forma parte de los trastornos del espectro autista, nombrado así en memoria de Hans Asperger, médico y psiquiatra austríaco que lo describió en 1943. Fue el mismo que indicara que “al parecer, se requiere un chorrito de autismo para el éxito en la ciencia o en el arte”. Es así como otro psiquiatra, esta vez de nacionalidad irlandesa, afirma que “muchas de las características del síndrome de Asperger favorecen la creatividad y que serían características de este síndrome “la capacidad de concentrarse de manera intensiva en un objeto y soportar el esfuerzo de una interminable fatiga en pro de un trabajo creativo” Y que en torno a algunas personalidades como Isaac Newton, Albert Einstein, se han despertado controversias acerca de si no padecían de esa enfermedad.

De donde nos encontraríamos ante uno de esos casos, en el que resultaría aplicable el dicho aquel de que no hay mal que por bien no venga, si se tiene en cuenta el valor inestimable de la cruzada en la que se ha visto empeñada. De una magnitud mayor, ya que debe enfrentar la miopía, en realidad la ceguera de los que niegan la existencia del cambio climático, algo que quita la importancia que tienen a las causas atribuibles al quehacer humano del que aquél es un ejemplo.

Un comportamiento mucho más grave del de los “teraplanistas”, que son como se sabe los que ahora han emergido sosteniendo que la tierra es plana, teoría esta última que es fruto de una ingenuidad inocua, que hasta cierto punto al menos inclusive mueve a risa, algo que no se da en el caso de los “negacionistas de la existencia del cambio climático”.

Cierto es que se debe poner de relieve la genial voluntad de la que da muestras Greta, en su empeño. Algo que habla mejor aun teniendo en cuenta su juventud, algo que clama por el ejemplo, de tantos jóvenes – y también de tantos mayores-que están enfermos del “mal de nuestro tiempo” el cual, al bloquear el futuro, los lleva a vivir en la vaciedad repetitiva de un eterno presente.

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