Atención

Esta imágen puede herir
su sensibilidad

Ver foto

Compartir imagen

Agrandar imagen
Monseñor Gabriel Viola, con nuevo destino.
Monseñor Gabriel Viola, con nuevo destino.
Monseñor Gabriel Viola, con nuevo destino.
Gabriel Viola ejercerá su servicio en la representación pontificia en Filipinas, en donde colaborará con Giuseppe Pinto, nuncio apostólico en Filipinas.

El primer destino diplomático de Viola fue África, que abarca la jurisdicción de la Nunciatura en Monrovia: Liberia, Sierra Leona y Gambia. En el año 2014 fue destinado a la nunciatura de El salvador y Belice.

Viola tiene 43 años, estudió en el Colegio San José Obrero y en 1999 se ordenó sacerdote. En Roma, a donde se fue a especializar, obtuvo en 2007 la licenciatura en Teología con especialidad en historia de la Iglesia otorgada por la Pontificia Universidad de la Santa Cruz, y en Roma se incorporó al cuerpo diplomático de la Santa Sede.

En 2013 le fue encomendada una misión difícil: trabajar junto al nuncio en Monrovia, Miroslaw Adamczyz. Recibió la invitación estando en Roma. Estuvo en Liberia, Sierra Leona y Gambia. "Liberia y Sierra Leona son dos países que atravesaron por una guerra civil atroz. Cuando yo llegué, ya había terminado la guerra y estaban en el período de reconstrucción. Pero nos habían quemado escuelas, parroquias, centros de salud. Ahí fue la primera vez en la vida que he tocado el odio visceral", recordó durante la última Semana Santa, en una visita que hizo a Paraná, y fue enrevistado por FM Corazón, la radio de la Iglesia.

De esa zona de Africa salió antes de la epidemia de ébola. Lo destinaron a la Nunciatura de El Salvador. Entonces, la novedad sobre su traslado lo dio a conocer la curia en julio de 2014.

"El Santo Padre ha decidido enviar a una nueva misión al presbítero Gabriel Viola, quien venía colaborando con el Nuncio en Monrovia. El padre ejercerá su servicio en El Salvador en donde colaborará con su excelencia Leon Kalenga, nuncio apostólico en El Salvador y Belice", decía.

Desde principios de 2015, el sacerdote tiene el trato honorífico de "monseñor". Gabriel Viola cursó la primaria y la secundaria en el Colegio San José Obrero.

En quinto año ya tenía resuelto qué hacer de su vida: estudiar para cura. Pero ha dicho que la vocación surgió en su vida de modo natural, casi normal. "De entrada empecé a tener esta idea que estaba en el corazón. Hice toda mi primaria y mi secundaria en el Colegio San José. Y cuando estaba en quinto año, tuve tomar la decisión de qué hacer, y decidí ingresar al Seminario. Todos habíamos empezado en el jardín en esa escuela, de modo que eramos casi como hermanos", contó.
Fuente: Entre Ríos Ahora.

Enviá tu comentario