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Y en memoria de una vida que se extinguió en soledad después de una larga agonía

Circula por diversos medios un documento suscripto por “periodistas, comunicadores sociales y trabajadores de prensa”. En su contenido se expresa el repudio de todos los firmantes a un artículo publicado en este medio. Artículo que daba cuenta que, como consecuencia de un aborto no punible practicado en el Hospital Delicia Masvernat de Concordia, un feto tuvo una sobrevida de 10 horas. Nota que fue firmada por el periodista Osvaldo Bodean, quien no solo cuenta con nuestro respeto por su reconocida probidad, sino que su actuación suplementaria como permanente actor de la marcha de nuestro medio de comunicación, nos hace doblemente obligados a expresar nuestra solidaridad afectuosa para con él en estas circunstancias.

Ello así por cuanto tanto él como todos quienes contribuimos a mantener vivo El Entre Ríos tenemos como regla inconmovible de conducta ser totalmente honestos a la hora de informar. Dado lo cual, los desgraciados hechos por nosotros publicados en su oportunidad, y de los que en ese documento se hace mención, se ajustan en un todo a la reconstrucción de los mismos que Bodean pudo realizar y plasmar en la nota, cuya difusión nacional e incluso internacional es precisamente consecuencia, en gran parte, de la reacción que despertó. Lo que viene a significar que los sucesos fueron como se los relató, independientemente de la interpretación que pueda llegar a hacerse de ellos.

También es cierta y por demás conocida la posición contraria a la “protocolización del aborto” al margen de una ley, más allá de nuestra común convicción que la vida personal de cada quien comienza desde el momento mismo de la concepción. Convicción que de ninguna manera, -y de allí nuestra enfática negativa-, nos lleva a admitir que se lo sindique a Bodean, e indirectamente a El Ente Ríos, como que nos valiéramos de falsedades con el propósito de apuntalar nuestra postura en la materia, tan válida como la de quienes sostienen la opuesta.

Sin perjuicio de ello, no se puede acallar un suceso incontrastable: la larga agonía de diez horas de un neonato, o de un feto si se prefiera llamarlo así, dejado abandonado a su destino final, desarropado y plantado en un inhóspito objeto de metal.

Por último, no podemos dejar de expresar nuestra preocupación ante el reclamo que en ese documento se efectúa instando al “Servicio de Justicia, la Defensoría de Niñas, Niños y Adolescentes y demás organismos del estado, para que tomen intervención y hagan cesar la violencia que ejerce Bodean a través de su medio de comunicación”, en lo que es un claro lamento a que no haya habido en este caso, la posibilidad de ejercitar la censura previa.

El Entre Ríos