Se trata de la máxima distinción académica de la UCU, que reconoce trayectorias éticas y ejemplares. En este caso, se fundamenta en el “notable recorrido académico y profesional del Dr. Rosatti, en su compromiso con la consolidación de la justicia y en su valioso aporte a la vida institucional de la República”, resaltaron desde la alta casa de estudios.
Recibieron el Doctorado Honoris Causa en la UCU destacadas personalidades como el Dr. Domingo Liotta; Dr. Lino Barañao; Dr. Alberto Cormillot; Dr. Roberto Lavagna; Dr. Héctor Polino; Dr. Albino; Dr. Salduna y el Ing. Gustavo Grobocopatel.
El evento comenzó con la entrega de una placa por parte de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional, de la que es prosecretario el Dr. Martín Acevedo Miño, en reconocimiento a la histórica ciudad de Concepción del Uruguay, donde se juró la Reforma Constitucional de 1994.
En tanto el rector de UCU, Héctor Sauret, sostuvo que la ciudad ha sido testigo de importantes cambios en el derecho constitucional argentino, incluyendo la recepción de la Convención Constituyente de Entre Ríos en 2008, que sesionó en la misma aula donde se llevó a cabo el acto.
En su discurso, enfatizó la necesidad de más Constitución, más República y un firme compromiso con el principio de soberanía, abogando por un futuro sin miedo y con un fuerte sentido de identidad nacional.
Sauret dijo que la Universidad de Concepción de Uruguay tiene la posibilidad de otorgar el Doctorado Honoris Causa al doctor Rosatti, quien también enseña a nuestros profesores y alumnos. Con la generosidad con la que comparte su sabiduría, nos permite recordar, especialmente a las nuevas generaciones, recordar el proyecto de la Misión Argentina.
“Esta noche, desde nuestra aula magna, recordamos que el proyecto de la Nación Argentina no es un proyecto adoptado, sino una propuesta de vida hacia el futuro. El pacto federal que defendemos se nutre del principio de la soberanía del pueblo. Este pacto asegura el bienestar general de la población y los beneficios de la libertad”, remarcó.
El gobernador, Rogelio Frigerio indicó que “es fundamental que las leyes se cumplan, y aquellos que las infringen deben asumir las consecuencias. Coincido con el Doctor Rosatti en que la justicia es más que un contrapoder; es un poder más dentro de la República. La justicia tiene voz propia, basada en obligaciones y legitimidad que no puede ser cuestionada por nadie. Sin una justicia independiente, no hay desarrollo posible”.
Ratificación de la forma de gobierno
Rosatti afirmó que la enmienda de 1994 no niega las reformas anteriores, sino que ratifica la forma de gobierno establecida en la Constitución histórica de 1853-60, promoviendo un ejercicio transparente de la soberanía.La trascendencia institucional de esta distinción se sustenta en la continuidad histórica de la carrera de Derecho, heredera de aquella primera carrera de Abogacía creada en 1854 por el Rector Alberto Larroque en el ámbito del Colegio Superior del Uruguay, institución fundada por el General Justo José de Urquiza como parte del gran proyecto de Organización Nacional vertebrado por la Constitución de 1853.
La formación de abogados y la creación del Poder Judicial Federal constituyeron uno de los núcleos centrales del mandato constitucional del General Justo José de Urquiza. Su rol fue fundamental en la organización institucional del país tras la sanción de la Constitución de 1853, cuando trece provincias conformaron la Confederación Argentina. En ese contexto, en 1854 se eligió al primer Congreso Nacional y al primer presidente constitucional, resultando electo el propio Urquiza. Entre sus primeras medidas, dictó un decreto por el cual designó a los siguientes jueces: Gabriel Ocampo, José Roque Funes, Francisco Delgado, Martín Zapata, Facundo Zuviría, Bernabé López, José Benito Grana, Nicanor Molinas y Baldomero García que conformaron la primera Corte Suprema de Justicia de la Nación, órgano esencial para garantizar el cumplimiento de la Constitución y la división de poderes.
La carta magna establecía que dicho tribunal debía estar compuesto por jueces y dos fiscales habiendo sido nombrados los doctores Ramón Ferreyra y Pío Tedín. Lo que marcó el inicio de la organización del Poder Judicial a nivel federal. Este compromiso con la institucionalidad y la consolidación del derecho tiene un eco directo en nuestra historia. En este sentido, el origen de nuestra institución, nacida en el año 1877, se encuentra profundamente ligado a las acciones de colaboración con el Colegio Histórico y a la continuidad de la carrera de abogacía, que hoy constituye una de nuestras principales misiones académicas.
Además, es importante destacar que el Juzgado Federal de la Ciudad de Paraná en el año 1863 y el de Concepción del Uruguay, en 1906, se constituyen en los más antiguos del país.
La Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales, a través de la carrera de Abogacía, tanto en su sede central como en el Centro Regional Gualeguaychú, ha aportado profesionales altamente capacitados, comprometidos con la justicia, la legalidad y los valores republicanos que Urquiza contribuyó a establecer. Esta labor continúa siendo un pilar fundamental de nuestra propuesta educativa y de nuestra proyección institucional.
“Este reconocimiento tiene un profundo valor para nuestros estudiantes, docentes, investigadores, jueces, profesionales del Derecho y para toda la sociedad, en tanto contribuye a reforzar el compromiso ético con la profesión y con el servicio de justicia”, concluye un comunicado de la UCU.