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Investigadores del Departamento Delitos Ambientales de la Policía Federal Argentina, desbarataron una red de tráfico de fauna silvestre, logrando la detención de 15 personas de ambos sexos, el rescate de más de 1.000 ejemplares de distintas especies, entre ellas aves como el cardenal amarillo, casi extinto, tortugas, víboras e iguanas, las cuales se hallaban cautivas en un estado deplorable y de abandono en jaulas diminutas.

Los allanamientos se efectuaron en simultáneo en varios puntos del país: Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos (en Paraná), Gran Buenos Aires y Capital Federal, en lugares que se destinaban a la recepción de estas especies producto de su caza furtiva, el cautiverio, procreación y posterior distribución para su venta ilícita en todo el país, e incluso también al exterior.

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Iguanas fue una de las especies encontradas en los allanamientos. Agrandar imagen
Iguanas fue una de las especies encontradas en los allanamientos.
Además, se secuestraron armas largas y cortas, así como gran cantidad de elementos de arte para la caza, pieles de felinos y taxidermia todo ello producto también de la caza furtiva.
Casi 3 años de investigación
La investigación se inició en 2021, a partir de una denuncia de venta irregular de animales exóticos, en la que tomó intervención la Unidad Fiscal en Materia Ambiental (UFIMA), a cargo de Ramiro González.

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Personal policial también encontró pieles de felinos. Agrandar imagen
Personal policial también encontró pieles de felinos.
Se pudo corroborar la veracidad de lo denunciado, y se derivó el trámite al Juzgado Federal en lo Criminal y Correccional Nº 2 de Lomas de Zamora, a cargo de Ernesto Kreplak.

Se encomendó la continuación de la investigación a la Unidad Policial mencionada, que consistió en diferentes tareas de campo, escuchas telefónicas y seguimientos.

Se pudo establecer la existencia de una organización criminal dedicada al tráfico de especies protegidas, entre las que se destacaba el cardenal amarillo en eminente peligro de extinción, tortugas y reptiles con un alto valor en el mercado negro.
Una cadena de comercialización
La Policía Federal detalló que esta red criminal contaba con una cadena de comercialización entre distintas provincias, en la que los animales, luego de ser capturados en forma masiva en las zonas de montes y bosques de las Tucumán, Santiago del Estero y Entre Ríos, eran transportados y acopiados en cautiverio en distintos domicilios particulares y comercios de “Pet Shop”.

Luego, con una variada logística entre vehículos particulares, micros de larga distancia y camiones, eran ocultados entre equipajes y cargas para no ser detectados en controles, llegando así a proveer a otros intermediarios, que abastecían a quienes comercializaban por redes sociales y otros métodos subrepticios, a nivel regional en la provincia de Buenos Aires y Capital Federal.

Llegaban de este modo al consumidor de “mascotismo”. En este tramo de la cadena de comercio ilegal, se sumaban hechos de maltrato y crueldad animal que en muchos casos termina con la muerte de innumerables especies. Se estima que llegan a sobrevivir solo un 30% de los animales transportados, como consecuencia de la falta de agua, comida y de las condiciones y lugares donde son ubicados para el transporte para no ser detectados.

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Personal policial trasladará las especies a diferentes centros de rescate. Agrandar imagen
Personal policial trasladará las especies a diferentes centros de rescate.
A través de la investigación se pudo establecer que los proveedores principales operaban en las provincias de Santiago del Estero, Entre Ríos y Tucumán, hallándose en Buenos Aires una familia que se dedicaba a la venta de especies a través de redes sociales, concordando las entregas en cercanías de los domicilios, donde se manejaban impunemente.
Allanamientos
Con la identificación de cada uno de los integrantes de la banda criminal, el Juzgado a cargo de Kreplak ordenó los allanamientos. Se desplegó así un mega operativo en el cual el Departamento Delitos Ambientales de la PFA, allanaron un total de 17 inmuebles utilizados para el acopio y cautiverio de especies, secuestraron numerosos celulares, computadoras y documentación relacionada con los delitos de Tráfico de fauna silvestre (Ley 22.421).

Detectaron, también, el delito de Maltrato animal (Ley 14.346) debido a la crueldad de estas personas con las especies halladas, lo que se constató en el estado calamitoso en que se encontraban (desplumadas, sin agua, con garrapatas y en diminutas jaulas, y una gran cantidad de especies muertas).

Asimismo se secuestraron armas de fuego largas y cortas, pieles de felinos y se procedió a la detención a disposición de la Justicia de cada uno de los responsables identificados.

Los allanamientos se realizaron en seis domicilios entre la ciudad de La Banda y la capital de la provincia de Santiago del Estero, un domicilio en la provincia de Tucumán, uno en la ciudad de Paraná, ocho de Lanús Este, Isidro Casanova, Merlo y Mariano Acosta del Conurbano Bonaerense y uno más en la Ciudad de Buenos Aires.

Se logró rescatar más de 1.000 ejemplares entre aves, tortugas de tierra y víboras, en donde además se contó con la participación de personal de las Direcciones de Fauna de la Nación, Dirección Nacional de Fauna Provincia de Buenos Aires y de las Provincias de Santiago del Estero, Tucumán, Entre Ríos, los que contribuyeron para identificar y clasificar a cada uno de las especies, como así también, el estado de salud.

Se debió trasladar a distintos centros de rescate tales como Temaikén, ONG Pájaros Caídos; Centro de Rescate dependiente de la Dirección de Flora, Fauna y Suelo de Tucumán, Reserva Privada el Mataco en la provincia de Santiago del Estero para su puesta en cuarentena, recuperación y evaluación, con la finalidad de ser puestos inmediatamente en su hábitat natural.
Fuente: Uno Entre Ríos

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