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Luego de suspenderse el pasado viernes por la inestabilidad de tiempo, este miércoles a las 13.30 la agrupación Padres Organizados Entre Ríos realizará en la ciudad de Colón una clase abierta reclamando por la presencialidad en las aulas. El lugar elegido para manifestarse es nada más ni nada menos que la esquina de la seccional de Agmer. A poco de la hora de inicio, desde el gremio salieron con los tapones de punta.

“Un grupo minoritario y extremista de padres, madres, tutores y tutoras que pretenden exponer a menores en las cercanías del sindicato docente pidiendo la presencialidad en las escuelas a cualquier costo”, expresaron en un comunicado.

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“Esta facción no solo ha actuado en las redes sociales, dirigiéndose en la mayoría de las veces con violencia discursiva cargada de estigmatizaciones y prejuicios, sino que también han increpado mediante mensajes de WhatsApp a compañeras docentes”.

En otro tramo del escrito, los acusan de “ilegales en este momento por aspirar a reunir más de diez personas al aire libre”, a la vez que señalana: “No hacen más que promover la pedagogía del odio y mayor confusión social”

“Repudiamos estas acciones que no demuestran más que intolerancia y egoísmo”, agregan.
El texto del comunicado
Los escraches en la década de los 90 fueron iniciados por los/as hijos/as de desaparecidos/as, bajo el lema de “ni olvido ni perdón. Juicio y castigo a los culpables”, contra los genocidas que habían quedado libres por las leyes de impunidad. Sin embargo en la actualidad, lejos de ser una acción de los que sufren la injusticia, muchas veces se utiliza desde grupos con poder de lobby contra sectores que no actúan como quisieran para amedrentar a los mismos.

Tal es el caso de un grupo minoritario y extremista de padres, madres, tutores y tutoras que pretenden exponer a menores en las cercanías del sindicato docente pidiendo la presencialidad en las escuelas a cualquier costo en medio de la segunda ola de la pandemia mundial que ha producido decenas de miles de muertes en nuestro país. Esta facción no sólo ha actuado en las redes sociales, dirigiéndose en la mayoría de las veces con violencia discursiva cargada de estigmatizaciones y prejuicios, sino que también han increpado mediante mensajes de WhatsApp a compañeras docentes.

Quienes transitamos las aulas cotidianamente sabemos que este tipo de prácticas no tienen espacio en la educación ni legitimidad en la mayoría de la población. Ya que, además de ser ilegales en este momento por aspirar a reunir más de diez personas al aire libre, no hacen más que promover la pedagogía del odio y mayor confusión social. No obstante queremos aclarar que ESTE GRUPO NO HA PEDIDO REUNIRSE CON REPRESENTANTES DEL GREMIO por lo que queda claro la falta de búsqueda de diálogo y consenso que les apremia.

En consecuencia repudiamos estas acciones que no demuestran más que intolerancia y egoísmo. No estamos dispuestos a exponer a docentes, estudiantes y familias enteras a un virus que mata. Por eso exigimos al Estado que se haga responsable de garantizar la educación virtual con dispositivos y conectividad, a la vez que seguimos educando y utilizando todas las estrategias pedagógicas, didácticas y tecnológicas posibles(con nuestros propios recursos) para llegar a todos/as los/as chicos/as.

En este contexto grave y excepcional se necesita de medidas extraordinarias con el objetivo de parar la propagación del virus entre todos y todas. Tal es así que hemos luchado y logrado que el Estado Provincial destine parte de las vacunas contra el Covid-19 para todos y todas los y las docentes. En tanto seguimos exigiendo que se tomen medidas contundentes, como la no presencialidad en las escuelas, para frenar la circulación de personas y por lo tanto del virus. A pesar de ello notamos con gran preocupación la falta de empatía de una pequeña porción de la sociedad que niega la pandemia y pretende exponer a la población a un virus que ha demostrado ser letal.

Día a día percibimos como tristemente se trata la pandemia de manera partidaria y electoral, sobre todo en los medios de comunicación hegemónicos, pretendiendo contraponer a la educación con la vida y reduciendo la tarea de educar a la mera presencialidad escolar. Por el contrario no hemos visto a estas minorías reclamar junto a nosotros y nosotras porque se destine el 10% del P.B.I. para la educación o por dispositivos tecnológicos y conexión para docentes, gurises y gurisas. Tampoco los hemos encontrado en las calles reclamando que no hipotequen nuestro futuro ni mucho menos pidiendo porque los/as trabajadores de la educación cobren un salario digno, ni siquiera los vimos exigiendo mejoras edilicias o mayores partidas para los comedores.

En cambio desde la docencia entrerriana, con aciertos y errores, siempre nos encontrarán promoviendo la pedagogía de la vida, la dignidad, la inclusión, la tolerancia, la empatía, la solidaridad y el respeto en la diversidad para construir un futuro mejor en el que todos y todas seamos parte.
Fuente: Agmer Colón / El Entre Ríos

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