La entidad de Colonia Las Achiras nos acostumbró en la última década a la doble competencia (entre 2013 y 2019 jugó ininterrumpidamente torneos de ascenso del Consejo Federal), pero ahora cuenta los minutos para volver a competir por los puntos y cortar una increíble racha propiciada en mayor medida por la pandemia del COVID-19, a la que se sumó en un par de ocasiones la mala fortuna.
Pasaron 21 meses, tres pretemporadas y una decena de amistosos hasta que al fin comienza a olfatearse el verde césped para el “Verde”, que se afilió a la Liga de Colón en 2009 y en la cual levantó 6 trofeos. El último fue el 18 de diciembre de 2019, cuando goleó en su cancha por 6-2 a Defensores y se consagró campeón del Torneo Play Off.
Luego del empate sin goles en el Sur de Colón, Achirense sorprendió con una notable actuación y se impuso de manera contundente para asegurarse el Octogonal por segundo año consecutivo y por tercera vez en la Liga. Lo más meritorio fue que Marcelo Molina optó por definir aquel certamen con una formación alternativa dado que había comenzado la preparación para jugar el Torneo Regional Amateur 2020, para el cual finalmente no consiguió la Licencia.
Lo increíble que ese fue el último partido oficial de Achirense porque tuvo la mala fortuna que, tras la fallida intervención en el certamen de ascenso, quedó libre en la primera y única fecha del Torneo Apertura 2020, que se disputó una semana antes del inicio de la pandemia del COVID-19.
Y para hacer aún más larga la espera, en esta oportunidad su dirigencia acompañó el pedido de Unidos –no había cumplimentado la totalidad de los pases de sus futbolistas– de postergar el encuentro de la primera fecha. Este encuentro iba a jugarse entresemana, pero las lluvias obligaron a suspenderlo el pasado viernes 10 y se reprogramó para el 29 de este mes. Por si faltaba algo, las elecciones PASO legislativas obligaron a esperar catorce días para la disputa de la segunda fecha.
En vísperas al estreno ante Campito, El Entre Ríos requirió algunos conceptos del técnico Marcelo Molina, quien no ocultó su felicidad por volver a la competencia: “La verdad que lo esperamos tanto que hasta se nos hace increíble que estemos en las puertas del debut. Es impensado todo lo que pasó. Si a un técnico le dicen que tiene más de 600 días para preparar un partido, es inédito”.
Y concluyó: “Principalmente estoy contento por volver a hacer lo que me gusta. Ojalá que sea una muy buena competencia para todos. Hoy tomamos con mucho valor el juego más allá de los resultados. Valoramos muchísimo un partido, cuanto antes era tan normal. Desde nuestra parte y más allá de no haber jugado la primera fecha, sentimos que el torneo ya era una realidad cuando el resto sí lo hizo”.
