Según la consultora Advice, que lleva un registro de postulaciones de extranjeros desde 2010, Argentina fue el único país que incrementó sus postulaciones durante la emergencia sanitaria. A pesar de ser personal muchas veces sobrecalificado para los trabajos que buscan, los extranjeros tienen grandes barreras para insertarse en el mercado. Es así, a pesar que su nivel educativo es mayor al de la media uruguaya.
Estudios hechos por la Universidad de la República, la universidad pública uruguaya, concluyen que el impacto de los inmigrantes en la economía es bastante menor y no compiten con los uruguayos por los puestos de trabajo. En Uruguay, hay un total de 46.442 extranjeros trabajando, según los últimos datos del Banco de Previsión Social a los que accedió el canal Telemundo. Eso significa que un 3% de las personas ocupadas en el país son extranjeras.
Las nacionalidades principales son: argentinos en un 35%; venezolanos, un 18%; cubanos, un 11%; brasileños, un 10% y peruanos un 4%.
En setiembre de 2020, La Diaria informó que había unos mil argentinos en lista de espera en el Consulado de Buenos Aires para iniciar los trámites de la residencia legal. Por esa fecha, el diario La Nación consignó que Migraciones había registrado unos 80 mil ingresos de argentinos entre marzo y fines de agosto de 2020.
Además de la crisis económica y las nuevas restricciones para movilizar capitales, muchos argentinos también se vieron atraídos a cruzar el Río de la Plata o el río Uruguay por la manera mucho más flexible con que Uruguay encaró las restricciones por la pandemia y su más rápido y eficiente plan de vacunación.
Sin embargo, los argentinos también ocupan su puesto entre los extranjeros privados de libertad en las cárceles uruguayas. Según La Diaria, en el país hay casi 14 mil personas presas. El 2,5% de esa cifra son extranjeros, de las cuales un 69% corresponden a Argentina y Brasil.
